El Saoutchik 300 GTC Roadster supone el regreso de la mítica firma carrocera francesa, tras más de 70 años en dique seco. Un regreso que, para ser sinceros, no es el mejor que cabría esperar. Saoutchik tiene en su haber algunas de las creaciones más espectaculares con firmas como Cadillac, Delahaye, Talbot-Lago, Hispano Suiza y, por supuesto, con Pegaso. Coches que son casi obras de arte, algunos de ellos aparecidos en plena era del Art Decó, cuya esencia brilla por su ausencia en esta nueva creación.
Saoutchik fue una carrocera francesa que comenzó con su actividad en 1906, fundada por el ebanista Jacques Saotuchik, quien en realidad se llamaba Iakov Zswutchik y había nacido en el Imperio Ruso en 1880. La familia acabó por cambiar su apellido tras no pocos problemas tras su llegada a Francia, pues nadie era capaz de pronunciarlo correctamente y se escogió Saoutchik -que se pronuncia Sow-chic- porque era lo más parecido al apellido original ruso.
El éxito de Saoutchik no fue inmediato, su estilo era muy peculiar y su forma de trabajar un tanto extravagante, pues no soportaba tener un equipo de muchas personas a su alrededor. De hecho, era un tipo tan peculiar que no aceptaba más de dos encargos por semana, lo que significaba un total de 100 coches al año. Una producción limitadísima, pero que no fue un problema por los altos precios que solicitaba por sus trabajos.
Su mejor época fueron abarcó desde los años 20 a los años 30, cuando ganó fama mundial por sus innovadores diseños, los cuales, son considerados como la referencia del estilo barroco francés y, también, uno de los principales actores del estilo Art Decó. En su haber tenía muchas patentes, como un parabrisas en forma de V, con cada parte del vidrio regulable de forma independiente, o también una carrocería “convertible”, con un techo retráctil.
Uno de sus trabajos más famosos, además del Pegaso Z-102 Saoutchik, es el Hispano Suiza H6C Dubonnet Xenia, que sirvió de inspiración para el regreso de la mítica firma española con el Hispano Suiza Carmen.
RECURRIR A UNA INTERPRETACIÓN DEL MERCEDES 300SL ESTÁ MUY VISTO
Con un paso plagado de creaciones tan destacables, que hayan escogido reinterpretar al Mercedes 300 SL resulta poco original y queda muy lejos de lo que hacían en su pasado. Es un recurso gastado, aburrido y sin gracia, impropio de un sello como Saoutchik, por mucho que hayan estado 70 años sin actividad comercial.
Es entendible que, con el objetivo de asegurar una buena aceptación comercial y que el proyecto acabe con éxito, hayan querido ir a lo seguro, pero hay otras opciones mucho más interesantes que volver a rediseñar un coche que, en realidad, no necesita ser rediseñado. Además, el resultado no es el mejor que hayamos visto, ya que presentan unas proporciones poco equilibradas y nada elegantes. Y las llantas, de aspecto monolítico, ayudan poco…
Seguramente todo sea culpa, en parte, de la base elegida, el Mercedes-AMG GT63 Roadster. En algunos sitios se dice que la base es el SL63, pero el interior no se corresponde con el modelo, aunque Saoutchik no ha confirmado cuál es la base. Y eso que el GT Roadster presenta un diseño bastante interesante, de lo más interesante que ha hecho la firma alemana en los últimos años. En todo caso, dadas las necesidades actuales, tanto a nivel de potencia como de cumplimiento de normativas, seguramente ofrezca poco margen para modificaciones.
CARROCERÍA DE FIBRA DE CARBONO PARA EL SAOUTCHIK 300 GTC ROADSTER
Curiosamente, según informan desde la misma Saoutchik, es la empresa holandesa Ugur Sahin Designel quien firma el diseño del coche. Es decir, ni siquiera se trata de un trabajo realizado por la propia Saoutchik, sino de un encargo a una empresa externa. Tampoco se harán cargo de la producción, que será cosa de Pogea Racing. De hecho, como curiosidad, cuando te descargas las fotos de la página oficial de la empresa, puedes comprobar que están nombradas como «Pogea AMG GT C 2023».
Esto se debe, básicamente, a que Saoutchik no ha regresado como tal. Una empresa holandesa se hizo con los derechos de la compañía y bajo el nombre de Saoutchik BV, pretende sacar provecho de una denominación mítica con la producción de vehículos muy exclusivos en tiradas muy limitadas. De hecho, del Saoutchik 300 GTC sólo se fabricarán 15 unidades, que se venderán a un precio cercano al medio millón de euros.
Al menos se contará con un trabajo realizado con materiales propios de supercoches, pues la carrocería al completo se fabrica con fibra de carbono. El habitáculo también está personalizado para la ocasión, aunque, según dicen desde la compañía, todas las unidades serán totalmente personalizables al gusto de cada cliente y, por tanto, no habrá dos ejemplares iguales.