En el ámbito de la publicidad relativa al motor la propaganda por el hecho siempre ha sido un método recurrente. Es más, si nos fijamos en los años cincuenta y sesenta veremos cómo algunas de aquellas acciones resultaron verdaderamente espectaculares.
De hecho, en relación a las dos ruedas España destacó con rarezas como la de los treinta hombres montados sobre una misma Vespa en 1959.
Asunto registrado en las cercanías de Valladolid y que, superando una marca anterior dada en Burgos, ponía sobre la mesa la calidad de la chapa estampada producida por Moto Vespa S.A en su fábrica madrileña de la calle Juan Camarillo.
Asimismo, siguiendo a dos ruedas aún se recuerda la Operación Impala avalada por Montesa a finales de 1961.
Plenamente inmersa en el desarrollo de su modelo Impala, ésta vio con buenos ojos la idea de Oriol Regàs -un hombre de vida novelesca como acreditan sus memorias Los Años Divinos- basada en ir desde Ciudad del Cabo a Barcelona usando unidades de preproducción de la Impala con un Land Rover a modo de vehículo de apoyo.
Una hazaña realmente llamativa y que, al ser completada satisfactoriamente, otorgó al nuevo modelo de Montesa no sólo un potente eco mediático sino -y esto es lo más importante- una clara prueba a favor de su fiabilidad.
De hecho, siguiendo el hilo a este tipo de pruebas de resistencia la propia SEAT apoyó a Carlos del Val y Virgilio Rivadulla en su idea de dar la vuelta a España en tan sólo 124 horas llevando, claro está, uno de los primeros 124.
LA PRESENTACIÓN DE UN NUEVO MODELO
Puntuable para el Campeonato de Europa de Rally, la 39ª edición del Montecarlo llegaba en enero de 1969 con el apogeo de los Porsche 911. De hecho el ganador fue precisamente la unidad pilotada por Björn Waldergard mientras que, en las posiciones siguientes, destacaban los Alpine A110 y Lancia Fulvia de rigor en todo rally europeo de la época.
Hasta aquí todo normal. No obstante, SEAT acaba de presentar durante el año anterior su 124. Basado en el Fiat correspondiente, éste aportaba un salto de gigante en prestaciones, confort y seguridad a la oferta automovilística producida en España.
Es más, gracias a su posición entre el 850 y el ya señero 1500 fue, si nos permiten el salto mortal, el prólogo a los futuros segmento C incluso luciendo una carrocería con tres volúmenes bien marcados.
Asimismo, los 60 CV -cinco más en la versión LS- entregados por el motor con 1.197 cc y carburador de doble cuerpo daban un cierto brío a este modelo que, con propulsión trasera, permitía a los conductores más intrépidos algunos juegos deportivos sin perder de vista las limitaciones del eje rígido.
Todo ello con un peso de tan sólo 855 kilos; en fin, no es de extrañar cómo el 124 fue el cimiento de los futuros Especial 1600/1800.
SEAT 124 EN EL MONTECARLO, EL COCHE DE LA PRENSA
No obstante, la verdad es que SEAT lo tenía relativamente fácil en el mercado local de aquel momento. De hecho en 1969 llegaba a su unidad 1 millón -justo con un 124- y, en términos comparativos, dejaba muy atrás a FASA al copar más de la mitad de los turismos vendidos en España.
De todos modos aquello no era óbice para seguir adelante con las campañas de publicidad, más aun cuando se estaba ahondando en una imagen corporativa más moderna y desenfada coronada con el lanzamiento del 850 Sport en versión Spider.
Así las cosas, SEAT cedió varias unidades del 124 a la prensa española desplazada al seguimiento del Montecarlo 1969.
Dicho esto, revisando imágenes de la época podemos identificar a medios como TVE, La Vanguardia o Autopista probando las excelencias de los 124 en un reto que, a todas luces, debía hablar sobre la fiabilidad del modelo.
Y es que, al fin y al cabo, los coches de prensa habían de seguir el ritmo de la carrera al tiempo que cubrían todo el kilometraje hasta el sur de Francia.
Es decir, se necesitaba una mezcla de velocidad y entereza mecánica nada fácil de lograr. Más incluso si tenemos en cuenta cómo cubrir el tramo del Turini -nocturno- podía bajar el mercurio hasta los -16º.
En fin, una operación publicitaria realmente ingeniosa y que, además, parece ser una especie de anticipo a lo que, a otro nivel claro está, habría de hacer SEAT Sport tan sólo unos años después en el mismo rallye.
Imágenes de SEAT y Hemeroteca Digital Histórica (Ministerio de Cultura)