La colección SEAT en Rodaje se ha convertido, por derecho propio y sin lugar a dudas, en una de las referenciales de cara a comprender la historia del automovilismo en España. Centrada en la historia de los modelos SEAT y sus derivados, ésta ya se aproxima a las cuarenta unidades gracias a incorporaciones tan interesantes como la que nos acaban de desvelar: ni más ni menos que un Milton o, lo que es lo mismo, un interesante SEAT 600 descapotable.
Toda una rareza pues, además de haberse producido tan sólo 36 unidades, este pequeño automóvil a cielo abierto representa una de las variantes más interesantes -y artesanales- de entre todas las registradas en la historia no ya del 600 español, sino también de los derivados y licenciados a partir del concepto original creado por Fiat.
Además, llama la atención cómo su aspecto supo distanciarse del presentado por el popular utilitario, siendo complejo asociar a uno con el otro si no se cuenta con un ojo realmente privilegiado en lo referido a la distancia entre ejes.
Posiblemente, la única pista de cara a establecer un nexo de unión entre el Milton y el 600 de serie ya que, por lo demás, la carrocería no usa elementos procedentes de la fábrica SEAT.
Pero vayamos por partes. Así las cosas, lo mejor será situarnos a mediados de los años sesenta. Una época en la cual la expansión del consumo tras los Planes de Estabilización de 1959 marcaba el rumbo del panorama automovilístico en España.
De hecho, las distintas creaciones producidas por FASA, SEAT, AUTHI o Citroën Hispania ya habían logrado popularizar el automovilismo hasta el punto de hacerlo realmente masivo.
Es más, justo en 1965 la factoría Barreiros se atrevía a lanzar el Dart a modo de una berlina realmente sensacional en comparación con el resto de la producción nacional. Un panorama creciente y optimista al cual llegaría en 1968 el SEAT 124 a fin de ofrecer, al fin, un modelo con tres cuerpos y cuatro puertas para las familias de las nuevas clases medias.
LLEGA EL MOMENTO DE CONTAR CON UN DESCAPOTABLE NACIONAL
Obviamente, llegados a este punto no era de extrañar la forma y manera en la cual ciertos compradores -escasos pero existentes- anhelaban un deportivo ligero con producción nacional tal y como diversos carroceros hacían en Italia a partir de bases Fiat. De esta manera, en 1965 los hermanos Mata se lanzaron a materializar el concepto a partir de los beneficios logrados por su familia en la industria textil catalana.
Para ello escogieron al 600 D como base, llegando a contar con la colaboración de SEAT gracias al suministro de bastidores y mecánicas despachado por la misma en tandas de seis. Asimismo, en lo referente a la carrocería se logró materializar con éxito un cuerpo en fibra de vidrio.
Todo un logro para el momento pues, no en vano, ésta todavía era un material relativamente novedoso en el mundo del automóvil y, por tanto, difícil de manejar y rematar adecuadamente. Más aún si, como en el caso de España, la industria auxiliar presentaba ciertas debilidades estructurales.
SEAT 600 MILTON, ELIMINADO POR EL 850
Bajo este contexto, al fin en 1967 el SEAT 600 Milton llegó al mercado tras su presentación en el Salón de Barcelona. Beneficiado por piezas procedentes de múltiples modelos con producción nacional -entre las cuales se distinguen los faros delanteros de una DKW o los pilotos traseros de un Alpine A110 de la FASA-, este descapotable ligero llegó a presentar hasta dos versiones en cuestión mecánica.
La primera escrupulosamente basada en el 600 D del cual derivaba y, la segunda, retocada para llegar hasta los 35 CV a 5.100 revoluciones. Más que suficiente si lo que se desea es disfrutar de las sensaciones proporcionadas por un deportivo con un muy bajo centro de gravedad así como suspensiones con un tarado capaz de transmitir el asfalto a los asientos. Y es que, además, el peso total del SEAT 600 Milton quedaba en tan sólo unos 640 kilos.
En suma, una opción de lo más interesante si nos ceñimos a bolsillos desahogados que, al fin, podían adquirir un vehículo ligero pleno de diversión producido en España y, por tanto, sin los recurrentes impuestos de importación. Eso sí, para desgracia de los hermanos Mata su creación llegaba demasiado tarde.
Y es que, precisamente también en 1967 aparecía en los concesionarios el 850 Coupé con un precio más asequible, un cuarto más de potencia y, claro está, la garantía y servicio de una marca generalista con talleres y concesionarios por toda la geografía. Además, dos años más tarde llegaba la versión Spider.
Esta vez sí, la responsable última de expulsar del mercado al SEAT 600 Milton. Un diseño que, hoy en día, no sólo es una exquisitez sino también una verdadera rareza digna de poner en valor. Felicidades a SEAT en Rodaje. Sin lugar a dudas han realizado una excelente nueva incorporación.
P.D. Queremos agradecer a la colección SEAT en Rodaje su colaboración en este artículo habiendo confiando en la presente cabecera para la presentación de su última incorporación. Toda una referencia para la afición al automovilismo clásico y, en concreto, para la historia de SEAT.