La historia del SEAT 600 Múltiple es la de un vehículo que no iba a existir, pese a aparecer en los primeros catálogos del “pelotilla”, que no eran sino los de Fiat traducidos. De hecho, nuestro protagonista llegó a ser presentado en la Feria de Muestras de 1956, pese a lo cual, la marca había descartado su puesta en producción.
Aquí es cuando entra en escena Manufacturas Railly S.A. (MARSA), carrocera barcelonesa que ya trabajaba con SEAT desde hacía tiempo, construyendo las versiones alargadas y furgoneta cerrada del 1400, por ejemplo. Pensando en ampliar su negocio, decidieron proponer una versión del Múltiple desarrollada por ellos mismos.
EL SEAT 600 MULTIPLA DE MARSA
Para crear su propia variante, en Manufacturas Railly importaron un Fiat 600 Multipla y la desmontaron con el fin de ver cómo habían resuelto los cambios mecánicos y estructurales los técnicos italianos. La idea, en todo caso, no era copiar el modelo trasalpino, sino desarrollar una versión propia aprovechando la mayor cantidad de elementos del 600 posible.
Así, por ejemplo, se usaban tres puertas para hacer las dos de cada lado. La delantera recortada por abajo y la trasera soldando otras dos puertas. También el frontal se elaboró con paneles de la carrocería del 600. Además, se conservó el motor y se reforzaron las suspensiones delanteras. El mayor reto mecánico fue la dirección, pues el conductor iba sentado casi sobre las ruedas. Ése sería el talón de Aquiles de las primeras unidades y el motivo por el que fracasaría el proyecto.
Respecto a la Multipla italiana, el 600 Múltiple tenía unas dimensiones exteriores ligeramente más pequeñas. Además, contaban con cambios exteriores muy visibles en los pasos de rueda y puertas, un frontal diferente o una ventanilla posterior distinta. Se conservaban, eso sí, las seis plazas interiores, lógicamente. En las imágenes que publicamos a continuación, podéis ver los cambios.
El prototipo se mostró a SEAT a principios de 1959, momento en el que se tomaron las fotografías en color de la unidad que ilustra este artículo. La marca encargó una segunda unidad para taxi que se expuso, junto a la berlina -así se consideró al Múltiple- en la Feria de Muestras de Barcelona de aquel mismo año. La versión taxi contaba con separación de conductor y pasajeros y asiento posterior corrido.
SURGEN LOS PROBLEMAS
Su gran aceptación, llevó a SEAT a encargar a MARSA un total de 200 unidades… que jamás llegarían a ver la luz. El motivo fue que, cuando se empezaron a realizar las pruebas dinámicas, se descubrió que la dirección vibraba y oscilaba hasta el punto ser un peligro. La solución pasaba por montar la dirección del Fiat 1100, que era la que equipaba el Fiat 600 Multipla.
Dado que en aquel momento lo que se pretendía era nacionalizar al máximo todos los componentes, como así lo exigía el Instituto Nacional de Industria (INI), en SEAT decidieron echarse atrás y cancelar el pedido. Esto dejaba en una situación delicada a Manufacturas Railly, que ya había hecho una fuerte inversión. Se decidió entonces importar las direcciones de Fiat 1100 y vender el SEAT 600 Múltiple por su cuenta.
Para ello, se llegó a un acuerdo con Garaje Casanova, que sería quien distribuiría los coches, que se empezaron a anunciar en prensa a principios de 1960. Railly también ofrecía la posibilidad de transformar en Múltiple una unidad de 600 entregada por el cliente. Lamentablemente, la demanda fue muy escasa y se vendieron apenas una veintena de unidades, las últimas en el año 1962.
CUÁNTO COSTABA LA SEAT 600 MÚLTIPLE
No existen registros con los precios esta versión, pues no se anunciaban en las publicidades que MARSA hizo en su momento. Investigando un poco, en el Balance y Memoria de SEAT de 1960, publicado en 1961, encontramos algunas pistas. En la página 23 de dicho informe, en el epígrafe “Medios de elevación y transporte” se recoge la compra de varios vehículos, entre ellos dos 600 Múltiple.
El párrafo concreto reza así: “Se han puesto en servicio dos coches 600 en su versión de tipo múltiple para el transporte de personal y de pequeña paquetería, con un valor de 160.516,25 pesetas, […]”. No es difícil deducir que cada uno de los SEAT 600 Múltiple costaba 80.258,125 pesetas. La cifra resulta razonable si pensamos que, en 1957, un 600 tenía un precio de 65.000 pesetas, es decir, nuestro protagonista costaba casi un 25 % más.
Con todo, es probable que dichas unidades sean las expuestas en la Feria de Muestras de 1959, que SEAT compró a Manufacturas Railly al romper el contrato. Por lo tanto, es de suponer que el precio real del Múltiple fuese un poco mayor. Sea como fuere, es una simple estimación, ya que, como decimos, no hay constancia del precio al que se vendía la Múltiple.
EPÍLOGO
Es curioso como SEAT siempre tuvo interés en las versiones de cuatro puertas de sus modelos populares. En el caso del 600, tras intentarlo con el Múltiple, finalmente llegó el 800. Más adelante, veríamos los SEAT 850 de cuatro puertas e idéntica variante sobre el 127, todas ellas sin réplica en Fiat.
Tristemente, según tenemos constancia, sólo se conserva una única unidad de la SEAT 600 Múltiple. En todo caso, no estaría en funcionamiento, más bien al contrario. Su baja producción y su escaso interés -en su momento- como vehículo de colección a conservar, condenaron al resto de ejemplares. Afortunadamente, sí existe bastante material fotográfico y documental con el que reconstruir su historia.
En la versión original del artículo, contábamos que no habíamos sido capaces de conseguir es una imagen de la trasera. Ahora, gracias a Juanjo Sánchez, “Vehcla” en el foro de Pieldetoro.net, tenemos la foto que os mostramos a continuación. Pese a que la calidad no es la mejor, si permite comparar el tamaño del Múltiple en comparación con un 600 normal.
De hecho, para quienes deseéis conocer más a fondo el modelo, os recomendamos que os hagáis con un ejemplar del libro de Pablo Murillo SEAT 600 Carrocerías Especiales. Su historia y sus creadores, que se puede adquirir en este enlace. En él, encontraréis toda la información que existe en torno al Múltiple.
Fotografías cortesía de SEAT Históricos.