Miguel Sánchez
Con 16 años en cadena de montaje, del SEAT 600 se llegaron a producir 783.745 unidades siendo su mejor ejercicio el de 1970 tras cerrar con 79.123 de estos coches saliendo de la Zona Franca barcelonesa. Unas cifras realmente asombrosas para la España del momento, las cuales son capaces de deslucir los en torno a tan sólo 18.200 números de chasis correspondientes al SEAT 800; su versión en cuatro puertas sin correspondencia en la casa matriz italiana.
Pero vayamos por partes. Para empezar, en 1957 la aparición del SEAT 600 -con posibilidad de ser financiado por la propia marca gracias a FISEAT- ponía el acceso al automovilismo al alcance de las nuevas clases medias; un verdadero punto y aparte en la historia de nuestro parque móvil, desterrando así el uso de los microcoches al tiempo que reducía en grado sumo la venta de motocicletas y motocarros.
Además, gracias a la inauguración de Citroën Hispania S.A -seguida por la producción del R4 en la FASA vallisoletana de 1963 en adelante- la producción peninsular bajo licencia al fin ofrecía al público opciones reales en caso de querer acceder a la propiedad de un automóvil turismo.
Eso sí, dadas las estrecheces económicas aún experimentadas por la mayoría social del momento, pensar en modelos dotados con una amplia habitabilidad seguía siendo una quimera. De hecho, ni que decir tiene cómo los 1400 de SEAT ocupaban un segmento elitista en el cual sólo se movían empresarios afortunados y usos ministeriales junto a una cierta cantidad de ambulancias y profesionales del taxi.
PRIMEROS INTENTOS DE SUMAR UN SEAT 600 CON CUATRO PUERTAS
Justo un año antes de comenzar en Barcelona la producción del SEAT 600, en Italia FIAT estrenaba una versión con cuatro puertas basada en el mismo modelo. Llamada Multipla, ésta cambiaba radicalmente su aspecto a fin de adelantar la posición de los asientos delanteros dejando así espacio suficiente para la instalación de puertas traseras.
Y sí, aunque su aspecto era realmente inaudito lo cierto es que este diseño creado bajo la responsabilidad de Dante Giacosa se adelantó varias décadas a la aparición de las Mini Van en los mercados occidentales. De hecho, gracias a su fácil manejo en las estrechas calles de los cascos históricos italianos, su popularidad como taxi en el país transalpino elevó la producción hasta unas 243.000 unidades.
Todo un éxito en el cual se fijó Manufacturas Railly S.A (MARSA), la cual replicó el concepto presentando en 1959 un prototipo a la dirección de SEAT bajo el nombre de Multiple. A partir de aquí la casa estatal encargó unas 200 unidades a la carrocera, las cuales se cancelaron ante el sobrecoste inherente a la resolución de los problemas dados en la dirección.
Todo ello sin ser óbice para que MARSA ofreciera por su cuenta el modelo hasta 1962; eso sí, registrando tan sólo unos veinte pedidos debido a la carestía de un modelo realizado en tan corta serie.
CARROCERÍAS COSTA, LA LLEGADA DEL SEAT 800
Gracias a la gran cantidad de versiones especiales realizadas sobre el 1400, en torno a SEAT se fue creando una industria auxiliar de carroceros cada vez más evidente. Bajo este contexto, y al igual que hiciera MARSA en 1959, el taller de Carrocerías Costa presentó a SEAT un concepto basado en alargar el 600 hasta convertirlo en un automóvil con cuatro puertas.
Eso sí, en vez de recurrir a un diseño italiano –y había donde elegir, destacando la versión de Lombardi con apertura lateral completa gracias a desechar el pilar B- esta vez se partió de un diseño propio mediante el cual se ampliaba en 18 centímetros la distancia entre ejes del 600 original. Asimismo, debido a esto -así como a la incorporación de dos puertas más- se sumaban unos 35 kilos de más para rondar así los 640.
Una idea sencilla pero efectiva, la cual fue del gusto de la dirección de SEAT cuando MARSA se la presentó en 1962. A partir de aquí, durante el año siguiente se perfilaron diversos aspectos mediante la producción de otro prototipo más para, al fin en 1964, incorporar al ya conocido como SEAT 800 dentro de la gama relativa al 600.
Por cierto, el cambio de numeración no se correspondía para nada con cambio alguno en la cilindrada. Es más, durante sus cuatro años en cadena de montaje el SEAT 800 siempre mantuvo una única motorización: el cuatro cilindros con 767 cc, 29 CV y 7,5:1 en índice de compresión tomado del 600D. En fin, una mecánica sobria pero suficiente.
UN REPUNTE EN SU VIDA COMERCIAL
A pesar de ser una versión interesante, lo cierto es que las ventas del SEAT 800 nunca fueron en absoluto llamativas. Quién sabe. Quizás fuera debido a su exotismo -hay que reconocer cómo incluso es extraña a la vista debido a sus volúmenes alterados- o, sencillamente, porque muy pocos compradores veían en su diseño a un automóvil de cuatro puertas con solvencia y entidad propias.
De hecho, incluso años más tarde a SEAT tampoco le fue fácil dar con la tecla adecuada en la gestación del 850 4P; primero externalizado en MARSA y luego fabricado bajo factura propia usando el rediseño del ingeniero Antoni Amat.
No obstante, cuando en 1965 las taxis madrileños aprobaron una nueva reglamentación se abrió una nueva ventana de oportunidad para el SEAT 600. Y es que, gracias a la implantación de los llamados microtaxis -recurriendo así a vehículos con menos cilindrada que el sempiterno 1400-, creció de forma notoria el número de licencia y, por tanto, de vehículos dedicados a este fin.
Fin para el cual primero se empezó con una partida con cincuenta Renault 4 de la FASA aunque, al muy poco, la gama de microtaxis se amplió tanto a nuestro protagonista como a los SIMCA 1000 y 900. Un curioso empujón a las ventas del SEAT 800 y que, además, lo acaba conectando con el principal uso dado en Italia a los FIAT Multipla.
NOTAS
Según indican varias fuentes, del SEAT 850 tan sólo se conservan hoy en día unas 260 unidades. Esto es tan sólo un 1,4%, haciendo del mismo una de las versiones más deseadas y cotizadas de entre todas las derivadas del popular SEAT 600.
