Iván Vicario Martín
Diseñado por Walter da Silva, el SEAT León II es con toda seguridad uno de los modelos más importantes de la marca. Y no sólo porque siguió la senda éxito del primero, sino porque fue el coche con el que la marca ganó dos veces el Mundial de Turismos. Presentado en 2005, se vendieron casi 650.000 unidades entre ese año y 2012, cifra excelente si tenemos en cuenta que vivió en lo peor de la Crisis de 2008. De hecho, mejoró la del primer León.
Con todo, al modelo se le achacó siempre su poca variedad de carrocerías, ya que sólo estuvo disponible como cinco puertas. Nuevamente, y al igual que sucedió con su antecesor, los compradores y aficionados se quedaron con las ganas de un tres puertas que hubiera sido la guinda a versiones como la FR y, especialmente, el CUPRA. Sí lo tendría la tercera generación, aunque no sería el éxito que todo el mundo auguraba.
Ahora, en una reciente visita a la Nave A-122, donde se conservan los coches de la colección de SEAT -de la que pronto disfrutaréis de un reportaje-, hemos descubierto que se valoraron algunas carrocerías más. Ha sido a través de una maqueta a escala en la que puede verse una suerte de SEAT León Coupé que atrajo nuestra atención. Inmediatamente nos pusimos a investigar sobre el tema ya que nada se sabía al respecto hasta ahora.
EL SEAT LEÓN COUPÉ QUE NO FUE
Estaba en las oficinas de SEAT Históricos, en el corazón de la Nave A-122, donde Isidre López y su equipo custodian la colección de la marca. Se trataba de una maqueta a escala 1:4 pintada en un vistoso color amarillo. El mismo tono que se hizo famoso en los León de primera y segunda generación, hoy ya no disponible en la última iteración del modelo.
Casi de inmediato llamó nuestra atención, por lo que interpelamos al Isidre sobre la misma. Al parecer, estaba en el Centro Técnico de la marca y la habían donado a la colección recientemente. De ahí su ubicación provisional a la entrada de las oficinas. Un vistazo bastaba para saber lo que estábamos viendo, aquello era un SEAT León II ¡con carrocería coupé! Al parecer, no sólo se valoró hacer un tres puertas, sino que se fue más allá tratando de hacer una carrocería aún más estilizada.
Por lo que se puede ver, se conserva la parte frontal, pero cambia por completo la trasera, lo que obligaría a hacer grandes cambios desde el pilar A para atrás. La caía del techo se inicia desde mitad de la puerta, por lo que está también es distinta. Posiblemente, conserve el marco negro para disimular éste, como en la versión de cinco puertas.
UNA ZAGA MODIFICADA POR COMPLETO
La caía del techo en este SEAT León Coupé es tan acusada que es posible que afecte a la habitabilidad de las plazas traseras. Algo que, en todo caso, no suele la principal preocupación a la hora de diseñar un vehículo de este tipo. La parte posterior “aterriza” de manera suave y armoniosa, generando un conjunto de indudable atractivo. Además, los faros traseros, inspirados en el modelo de calle, son más estilizados, pero conservando un aire de familia de lo más interesante.
La vista posterior es la de un coupé atractivo y de gran anchura, pues los pasos de rueda se han sobredimensionado. Es decir, es posible que se pensara en ensanchar ligeramente las vías o, al menos, calzar neumáticos de mayor medida. En todo caso, el conjunto resulta perfectamente proporcionado y no resulta en absoluto inviable como otras propuestas de este tipo, que no son sino meros ejercicios de estilo.De hecho, recuerda en su ejecución a otros modelos de este tipo como el Opel Astra Coupé que firmó Bertone o incluso al Peugeot 406 Coupé de segunda generación.
Otras fuentes consultadas por LA ESCUDERÍA apuntarían a que se trata de un cabriolet con techo duro, lo que explicaría las líneas de corte en el montante. Aunque lo más sorprendente de todo, y ahora vamos con ello, es que su origen no es el SEAT León, sino el Altea.
ALTEA: EL ORIGEN
El nacimiento de esta propuesta se encuentra en el SEAT Altea, modelo que aterrizó en el mercado un año antes que el León II. Walter da Silva y Steve Lewis -quien trabajó como diseñador en SEAT entre 1996 y 2006- tomaron como base el monovolumen para proponer toda una familia de derivados. Entre ellos había un coupé, una limusina o un familiar, que posiblemente diera como resultado el Altea XL, aunque esto es una mera especulación.
Lo que sí sabemos es que el único que acabó llegando a la calle es el León II, que se incluía entre aquella serie de derivados, de ahí el claro parentesco estético entre ambos. El resto de aquellas propuestas no pasaron de la fase conceptual, aunque se estudiaron con modelos a escala 1:4 como el que ahora hemos descubierto del SEAT León Coupé, ¿o deberíamos decir Altea Coupé? Originalmente era un derivado del Altea, pero al mercado hubiese llegado con total seguridad como León.
Sólo quedan un par de dudas por resolver: qué ocurrió con el resto de las maquetas -todo indica que se han perdido- y cómo hubiese recibido el mercado esta versión del León. Viéndolo con la perspectiva que da el tiempo, es complicado no pensar en la devastadora Crisis del 2008 y si ésta no se hubiera llevado el proyecto por delante de todas formas. Como aficionados, sólo podemos lamentar que este precioso Coupé no llegara a la cadena de producción. Al menos, ahora, hemos podido rescatar su historia.
