Pensar en Porsche es pensar en una marca con muchas caras. Para algunos, la empresa de Sttutgart es la sólida custodia de la saga 911, irreductiblemente aún con el motor colgado tras el eje trasero. Para otros, lo más increíble de la marca es la historia del 917. Símbolo en Le Mans, monstruo en la Can-Am y pieza única de la ingeniera. También estarán aquellos que piensen en el 909 Bergspyder, verdadera proeza de la ligereza creado para carreras de ascenso. Sin embargo, hay una faceta que resulta del máximo interés para cualquier historiador del automovilismo: su labor como consultora.
Siempre abierta a vender sus servicios de ingeniería a otras marcas, Porsche ha sido un agente clave en la aparición de coches como el Audi RS2. De hecho, tan importante es esta línea de negocio para la compañía que en 1994 estableció Porsche Consulting. Esta filial empezó con tan sólo cuatro trabajadores, llegando a contar recientemente con más de 500. Una muestra más de la importancia que en Porsche tiene la la labor de desarrollo tecnológico para diferentes clientes. Clientes entre los que se encontró SEAT, la cual tuvo estrechas relaciones con la marca alemana durante los 80.
Publicitados constantemente como una forma de unirse al prestigio emanante de Porsche, los diferentes motores que ésta diseñó para la empresa española equiparon al Ronda, al Ibiza y al Málaga. Sin embargo, existieron modelos donde el carácter deportivo de la casa alemana se dejó entrever claramente. Uno de los más simbólicos es el SEAT Ronda Crono 2000 de 1984. Un SEAT que bebía de FIAT finalmente rematado por Porsche. Con tan sólo 500 unidades producidas es, hoy en día, uno de los clásicos de serie más deseados entre los coleccionistas de la marca.
SEAT RONDA CRONO 2000. PARTIENDO DE FIAT A PESAR DE GANAR UN JUICIO
1982 fue un año clave en la historia de SEAT. Tras décadas de vinculación con FIAT, fabricando bajo patente sus modelos, la empresa española rompía lazos con la casa de los Agnelli. Así las cosas, modelos como el SEAT Ritmo debían de ser olvidados. Fabricado en España bajo licencia, lo cierto es que este coche no era ni más ni menos que el FIAT Ritmo bajo otra denominación. Necesitada de una nueva gama, pero aún sin tiempo ni capital como para desarrollarla, SEAT optó por tomar este FIAT como base para su nuevo SEAT Ronda.
Un vehículo con muchas similitudes respecto al Ritmo. De hecho, eran tantas que FIAT demandó a SEAT en 1983 por plagio. Una acusación que se resolvió en la Corte Internacional de Arbitraje de París, ganando SEAT entre otras cosas por la presentación de una unidad donde todas las piezas con diseño propio se marcaban en amarillo.
Un golpe de efecto que ayudó a la empresa española a ganar el juicio por la mínima, consiguiendo al menos que el SEAT Ronda pudiera continuar con su producción. No obstante, las similitudes entre el Ritmo y el Ronda son claras. Tanto que en ambas gamas existieron versiones muy similares.
En el caso de las más deportivas, el Ritmo armaba su evolución más rabiosa con la ayuda de Abarth. Con mejoras en suspensiones, cambio y frenos, el Abarth 125 TC estaba pensado para correr gracias a su motor de dos litros. Justo la misma cilindrada que la marca española montó en su SEAT Ronda Crono 2000, siendo capaz de poner en apuros a los VW Golf GTI 1.8. En todos los sentidos además, porque este SEAT contaba con una prestaciones tan buenas como ajustado era su precio. Eso sí, mientras al ritmo lo preparó Abarth… La puesta a punto del Ronda más deportivo corrió a cargo de Porsche.
SEAT RONDA CRONO 2000. UN SEAT CON TOQUE DE PORSCHE
Con un motor de 1’6 litros capaz de entregar unos 96CV, el SEAT Ronda Crono era una buena alternativa a los Golf, Escort y Kadett del momento. Con un interior práctico y accesible, su buen precio era el remate para cualquier comprador que deseara un coche nacional para el día a día sin renunciar a un toque de nervio. Sin embargo, los de SEAT quisieron ir más allá. Algo muy aventurado, ya que tras la ruptura con FIAT aún eran muchas las dudas como para lanzarse a por modelos de tirada corta y tintes deportivos.
No obstante, la dirección de la empresa vio la puerta abierta cuando, poniendo orden en los almacenes, comprobaron que tendrían que dar alguna salida a los motores 2 litros de origen FIAT anteriormente montados en el 131 TC. Llegados a este punto la idea era clara: montarlos en una tirada de 500 unidades muy exclusivas. Así nacía el SEAT Ronda Crono 2000. O al menos la idea, ya que ésta tuvo que ser materializada por Porsche. A ella se le enviaron los motores para recomponer la carburación, mejorándola al montar unos carburadores Weber 34 DAT.
De paso, Porsche mejoró también el escape y la sincronización de las marchas altas en la caja de cambios. Cambios que catapultaron al SEAT Ronda Crono 2000 hasta los 120CV y 190 kms/h de punta. Prestaciones nada desdeñables, especialmente si tenemos en cuenta su peso de tan sólo 930 kilos. Además, y en lo que respecta al interior, se montó una tapicería exclusiva para este modelo, reajustando también los mandos del salpicadero. En conjunto, el SEAT Ronda Crono 2000 de 1984 quedó como un deportivo para el día a día de lo más interesante. Una pena que sólo se fabricaran 500 unidades. Aunque eso mismo hace de él un modelo tan deseado.
Fotografías: SEAT