FOTOS: RM SOTHEBY’S
Que un coche de lujo ha de ser rentable para la empresa además de emocionante para el público que lo va a adquirir… Es una regla básica de la producción automovilística. Sin embargo vivimos tiempos cada vez más acelerados, donde la rentabilidad de las marcas ha de ser cada vez mayor y mayor para poder competir entre ellas desarrollando modelos con una preproducción cada vez más costosa, al tiempo que satisfaciendo a los grupos de inversión que ahora las poseen, los cuales pocos oídos prestan a palabras como “legendario”, “emocionante” o “histórico”.
Es por ello que incluso marcas como Maserati se han abierto a la producción de coches que poco tienen que ver con la tradición del automovilismo deportivo; coches como su reciente SUV, el Levante, donde el punto de gravedad y la ligereza están en las antípodas de un clásico diseño deportivo, por no hablar de que sus sutiles detalles “retro” son incapaces de enmascarar volúmenes propios de un vehículo militar.
En parte esto no es del todo malo, ya que hay que reconocer que estos coches son los que pagan la factura que hace posible desarrollar los deportivos que sí continúan dignamente la mejor identidad de estas marcas de ensueño. Al fin y al cabo… Si habláramos con el contable de Porsche seguramente éste nos diría que si hoy en día podemos seguir admirando nuevos 911 es porque los numerosos Cayenne vendidos han apuntalado las cuentas de la marca. Con Maserati… Seguramente pase algo parecido.
Sin embargo, si aún así sigues teniendo una punzante nostalgia idealista por los tiempos en los que el destino de Maserati estaba con una rueda en las carreras y otra en sus elegantes deportivos de calle… Seguramente te interese esta selección de 6 maravillosos coches de la marca del tridente que se subastará el próximo 5 de septiembre en Shoteby’s.
JEQUES, MÚSICOS DE ROCK Y PIEZAS ÚNICAS
Si como nosotros eres un mitómano confeso de no pocas cosas… Creemos que el 5000GT de 1962 es el que más te va a llamar la atención. Y no sólo porque sea uno de los modelos GT más increíbles de todos los tiempos gracias a su preciosa y elegante estética y su motor V8 de 340CV -equipado en no pocas unidades con inyección- y derivado del que montaba el devorapistas 450S… Sino porque además es uno de los 22 carrozados por Allemano en Turín.
Toda una joya, más aún si tenemos en cuenta que el 5000GT tiene multitud de equipaciones e historias diferentes variando la unidad, ya que éste contaba con la posibilidad de ser muy personalizable por la exclusiva clientela que adquirió cada una de las 32-34 unidades que se fabricaron. De hecho, rizando el rizo… Ésta fue propiedad durante un tiempo del guitarrista de The Eagles Joe Walsh. Aunque con la sinfonía que puede ofrecer su motor incluso el poderoso riff de Life in the Fast Lane pasa a un segundo plano.
También destacan los tres Ghibli SS 4.9, uno de los GT deportivos más afamados de la marca, cuyas líneas fueron dibujadas por Giugiaro en 1967. Un 2+2 que, aunque no era demasiado ligero -1650 kgs- compensaba con un V8 capaz de manejar con suavidad sus 335CV. Una intensa mecánica que podrá disfrutar con mayor cercanía de sonido el que se lleve a casa la unidad spyder, la cual fue propiedad del Emir de Qatar.
PRÍNCIPES DE PERSIA Y CAMBIOS DE RUMBO OPERADOS POR CITROËN
Otra de las piezas más importantes de este lote es el Quattroporte del 74 que perteneció al Aga “Karim” Khan de Persia, el cual ya le había cogido el gusto a encargar modelos personalizados a la marca desde que a comienzos de los 60 adquiriera un 5000GT carrozado por Pietro Frua. En este caso se trata de un Quattroporte de segunda generación, el cual se montó sobre el chasis de un Citroën SM después de que la marca gala se hiciera con la boloñesa en 1968. Algo que no fue muy bueno para la historia del Quattroporte ya que, en esa evolución comandada por los franceses, fue el único momento donde se dispuso una tracción delantera en vez de trasera, lo cual no daba más brío precisamente a un comportamiento ya mermado de por sí por un motor de menos de 200CV y una suspensión hidroneumática.
Como ves, la sombra de Citroën no le sentó demasiado bien a algunos modelos de Maserati, aunque sin embargo sí hizo que apareciera uno de los “tridentes” más curiosos de esta época: el Bora. Un deportivo vibrante desde que ves el diseño que para él hizo Giugaro, dotado de un V8 de 4’7 litros con 4 carburadores Weber capaz de entregar 310CV. Toda una rareza en Maserati debido a su carácter estrictamente deportivo, con sólo dos plazas y motor central. Una idea de Citroën para competir con los DeTomaso Mangusta o la ligeramente superior Ferrari Berlinetta Bóxer.
Como ves la selección no está nada mal… Contando con algunos de los modelos más emblemáticos de la marca como el 5000GT mezclados con inesperadas creaciones como el Bora. En fin, si en algún momento tu fe en los deportivos italianos flaquea al ver cómo todas las marcas transalpinas van cayendo una a una en la producción de los SUV… Puedes pensar que estos modelos seguramente seguirán inspirando a los nuevos Maserati genuinos que están por venir.