Simca 1000 Rallye 2 Maxi “Maurelec”
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Simca 1000 Rallye 2 Maxi “Maurelec”, el más salvaje y rápido de la historia

Se han hecho infinidad de versiones de competición del Simca 1000, pero ninguna tan bestia como ésta. Rinde más de 300 CV para un peso de apenas 500 kilogramos.

“Qué difícil es hacer el amor en un Simca 1000”, decían los Inhumanos allá por 1988. Era una canción publicada en el disco “30 hombres solos” y hacía especial énfasis en lo económico del coche y, obviamente, en lo pequeño que era. Dos cuestiones que era más que evidentes, sobre todo en 1988, cuando el Simca 1000 tenía 17 años y todavía era considerado un “coche viejo” y no un clásico.

Simca 1000 Rallye 2 Maxi “Maurelec”
El aspecto de nuestro protagonista es salvaje.

Antes de hablar del Simca 1000 Rallye 2 Maxi “Maurelec”, contaremos que el pequeño Simca 1000 comenzó a salir de la factoría de Barreiros, en Villaverde, en 1965. Antes, le tocó superar toda clase de trabas que le pusieron desde la administración central española, pues las importaciones estaban prohibidas y prácticamente no podía entrar nada de fuera.

La historia del Simca 1000, más allá de una divertida canción, esconde algunas cosas muy interesantes. Por ejemplo, no todo el mundo sabe que el desarrollo de este modelo francés comenzó como un trabajo conjunto con Fiat y que el punto de partida fueron las soluciones técnicas empleadas en el 600. Fiat se retiró del proyecto y lanzó el 850, mientras que Simca completó el trabajo y puso en circulación, obviamente, el Simca 1000.

LA HISTORIA DEL SIMCA 1000

Simca 1000 Rallye
Simca 1000 Rallye.

Se presentó en 1961, pero no llegó a España hasta 1965, no solo por culpa de las trabas a la importación. También porque Chrysler, que había firmado un acuerdo con Barreiros para fabricar coches en España, desoyó las peticiones de Eduardo porque tenían otros intereses.

Además, se ganó algunos motes como “el filete de pobre”, que hacía referencia al eslogan de su publicidad: “el cinco plazas con nervio”. Era para cinco y encima, la carne tenía nervio… Lo mejor del Simca 1000, al menos para los usuarios más pasionales, era la gran presencia en competición del modelo, incluso desde la propia Barreiros-Chrysler se promovió una copa monomarca: el Desafío Simca.

Tampoco podemos pasar por alto los 1000 GT o los 1000 Rallye, versiones que llegaron a contar con motores de hasta 103 CV en el caso del Simca 1000 Rallye 3, aparecido en Francia en 1977. También es conocido el 1000 Rallye 2 con decoración Danone, con el que ganó el Campeonato de España de Turismos de Montaña el malogrado Fermín Vélez, en 1982.

EL SIMCA 1000 RALLYE 2 MAXI “MAURELEC”

Sin embargo, hay una versión todavía más espectacular, y mucho más desconocida, del Simca 1000 Rallye. De hecho, se trata de una versión tan rara que apenas hay “cuatro fotos” y algo de información. Una lástima, pues el coche se ve realmente bestia, un auténtico “silouette”, un prototipo que sólo tiene en común un ligero parecido estético con el modelo de producción.

Simca 1000 Rallye 2 Maxi “Maurelec”
El Simca 1000 Rallye 2 Maxi “Maurelec” en acción.

La información disponible confirma su conducción de “silueta”, ya que, al parecer, el chasis procedía de un Chevron B20, un monoplaza de F2, lanzado en 1977. Dicho bastidor se reforzó con una jaula antivuelco y se vistió con una carrocería fabricada con poliéster. No hay datos sobre medidas, pero es evidente que nada tiene que ver con el modelo de producción. Podría ser, fácilmente, medio metro más ancho, es mucho más bajo y se remata todo el exterior con un gran spoiler delantero y un alerón trasero de tamaño descomunal.

Montado en voladizo, en la parte trasera, había un motor de 4 cilindros y 1.100 centímetros cúbicos, con un turbo -coeficiente 1.4, equivalente a 1.598 centímetros cúbicos atmosférico-. Rendía, según parece, más de 300 CV a 10.800 revoluciones, lo que convierte a este coche en el Simca 1000 Rallye más salvaje y rápido de la historia. Basta pensar en su espectacular relación peso-potencia de alrededor de 1,6 kilos por caballo, que en la báscula el conjunto arrojaba alrededor de 500 kilos en orden de marcha.

MECÁNICA

El motor era una auténtica joya, pues contaba con cárter seco soldado a mano e inyección mecánica Kugelfischer con dos inyectores por cilindro procedentes de un Porsche 928 S4. Equipaba, además, varillas y balancines fabricados con Zicral, una aleación de aluminio y Zinc, con magnesio y cobre. Por su parte, las cazoletas de válvulas eran de titanio, el cigüeñal mecanizado con ocho contrapesos, bielas y pistones forjados… Todo ello acoplado a un cambio Hewland FT200 con cinco relaciones y embrague bidisco de 180 milímetros.

La preparación y puesta a punto del motor fue cosa de Maurelec, una empresa francesa fundada en 1976, por Marcel Morel, especializada en estudios de desarrollo y realizaciones de motores de competición, así como vehículos a medida. El coche compitió en Noruega con Per Sturesson como piloto, quien ganó la mayoría de las pruebas en las que participó.

Por desgracia, desconocemos el destino sufrido por este descomunal Simca 1000 Rallye 2 Maxi “Maurelec”.

Escrito por Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo.

Me gusta mucho la historia del automóvil y actualmente estoy creando una biblioteca personal dedicada, en exclusiva, a la historia del motor en España. También cuento con una enorme colección de material escaneado y he escrito el libro "El 600, un sueño sobre ruedas" (editorial Larousse).

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