Antes de hablar del Subaru BRAT, hagamos un poco de historia. A día de hoy, la marca japonesa es conocida mundialmente por sus fiables modelos y sus éxitos en el mundo de los rallies gracias a sus coches de tracción 4X4. Pero en sus orígenes en los años 50, cuando la compañía era conocida como Fuji Heavy Industries producían coches muy distintos.
El primer coche de la marca fue el Subaru 360, un pequeño coche de cuatro plazas y motor trasero muy similar en concepción a vehículos coetáneos de gran éxito como los 500 y 600 de Fiat. Ya desde un inicio la compañía tenía fijado como objetivo vender sus productos por todo el mundo, llegando este primer coche a venderse en los Estados Unidos, donde llegaron unas 10.000 unidades.
LLEGA EL LEONE
La mayor innovación para Subaru llegaría con el Leone, modelo aparecido en 1971, y que sería el primer coche de la marca en implementar la tracción total. Es una tecnología que se ha convertido en una seña de identidad de la marca desde entonces.
Los coches japoneses en general ganaron gran popularidad durante la década de los 60 por todo el mundo, pero la Crisis del petróleo de 1973 sería el evento definitivo para que los coches nipones se convirtiesen en superventas en todo tipo de mercados. Especialmente en los Estados Unidos, donde muchos compradores optaron por adquirir uno de estos coches para hacer frente a la escasez de combustible.
Con este mercado en mente, Subaru decide lanzar una camioneta ligera, basada en un turismo, el ya mencionado Subaru Leone. Heredaría de este su mecánica de 4 cilindros en línea 1.600 centímetros cúbicos, y especialmente, la tracción total, que haría a esta pick-up destacar por sus aptitudes como todoterreno.
LA HORA DEL SUBARU BRAT
El nuevo modelo se presentaría en 1977, y se ofrecería en múltiples mercados con diversos nombres. En Europa fue el Subaru MV, en Australia se vendió como Subaru Brumby, en Israel simplemente como Subaru Pick Up, y la variante estadounidense, que es la tratada en este artículo, se llamó Subaru BRAT.
Ya hasta el nombre resultaba llamativo, pues la palabra “Brat” significa “mocoso” en inglés. Pero, más allá del término despectivo, BRAT eran unas siglas de “Bi-Drive Recreational All-Terrain Transporter”, que enfatizaba las cualidades del modelo.
Lo más curioso del Subaru BRAT eran sus asientos. Contaba con dos en el habitáculo y otros dos posicionados en la caja de la pick up, totalmente al descubierto y orientados en dirección opuesta al sentido de marcha del coche. Además, estos asientos de plástico contaban con dos agarraderos como única medida de seguridad, que hacían recordar bastante a una atracción de feria.
HECHA LA LEY, HECHA LA TRAMPA
Por si quedaban dudas, los asientos del BRAT no tenían ninguna función, aunque por supuesto se podían usar. El motivo real de su existencia no era otro que poder justificar que el coche era un turismo de cuatro plazas. De esta forma, podían saltarse un arancel que era casi tan absurdo como estos asientos, y que se explicará después, el llamado “impuesto de los pollos”.
Pese a esto Subaru no dudaba en mostrar en el material publicitario de la época estos asientos como una característica llena de posibilidades, con gente montando en la parte trasera disfrutando como si estuviesen en un descapotable. Incluso llegó a mostrar una mesa para cenar situada en la caja de la pick up.
Pero la realidad era que la gran mayoría de propietarios del Subaru BRAT eliminaban dichos asientos en cuanto compraban el coche. Y es que, a la hora de la verdad, estos restaban espacio de carga y muchos de estos coches eran empleados como vehículos de trabajo. A esto se suma que las aseguradoras ponían trabas o impedían directamente que subiesen ocupantes en las plazas traseras.
CHICKEN TAX: EL DISPARATADO IMPUESTO DE LOS POLLOS
Retrocedemos a 1964, en el punto más álgido de la Guerra Fría, entre Europa y Estados Unidos se libra una guerra arancelaria. Alemania y Francia implantaron unos duros impuestos a los pollos que llegaban desde América, algo que el presidente Lyndon B. Johnson no dejó pasar respondiendo con su propia serie de medidas proteccionistas.
¿Qué tendrá que ver esto con los coches? Pues resulta que entre la lista de productos de importación traídos a Estados Unidos entre los que se encontraban el almidón de patata, la dextrina y el brandy, también se incluían los vehículos comerciales.
El arancel era muy abusivo con los fabricantes de este tipo de automóviles. Obligaba, por ejemplo a Volkswagen, a dejar de vender en Estados Unidos la gran mayoría de versiones de su popular furgoneta T1. De hecho, tuvo que publicitar desde entonces la versión para nueve pasajeros como una ranchera.
Subaru buscó entonces una solución para sortear estos aranceles, que hacían que el precio de los coches se incrementase un 25 %. Mientras, con los asientos traseros, se reducía al 2,5 % el impuesto que tenían los coches de pasajeros.
SOBRE EL SUBARU BRAT
El coche contaba con algunas características que hacían de esta pick up un vehículo muy atractivo para todo tipo de públicos, como el techo targa en forma de “T”. Mientras, en 1979, se presentaría una segunda generación del Leone, el Subaru BRAT no recibiría los cambios estéticos de este coche hasta 1981.
Posteriormente, el coche equiparía un motor 1,8 litros y, entre 1983 y 1984, se podía equipar con un turbocompresor que permitía al BRAT desarrollar 94 CV de potencia. A partir de 1985, se dejarían de equipar los afamados asientos traseros. En Estados Unidos, se descontinuaría en 1987, aunque su producción a nivel mundial cesaría en 1994.
Como curiosidad y pese a haber sido fabricado mayoritariamente en Japón, este coche nunca se vendió en este país, por lo que es un clásico bastante raro en esas carreteras. Paradójicamente, la única manera de tener uno allí era importándolo.
El coche contó con bastante éxito, especialmente en Estados Unidos, mercado en el que la marca afirma que se vendieron más de 100.000 unidades del Subaru BRAT. Es más, contó con propietarios tan notables como el presidente americano Ronald Reagan, que tuvo uno de estos coches en su rancho de California entre 1978 y 1998. Esa unidad fue restaurada hace años al contar con el peculiar estatus de curiosidad presidencial.
Fotografías de Subaru.