Es el sueño de muchos aficionados a las carreras, entre los que me incluyo. Hablo no sólo de poseer la máquina de competición de nuestros sueños -en mi caso el Peugeot 905-, sino de poder usarla para circular por la calle cuando queramos. Ahora, gracias a RM Sotheby’s tenemos la oportunidad de cumplir dicho anhelo con este Porsche 962 C que, como ya hemos adelantado, incluso llegó a participar en las 24 Horas de Le Mans. Concretamente, tomó parte en la edición de 1988, y sus pilotos fueron los japoneses Kunimitsu Takahashi e Hideki Okada y el italiano Bruno Giacomelli.
Este Porsche 962 C es una versión CK6 -número de chasis CK6-88- desarrollada por Kremer Racing, precisamente el equipo con el que participó en Le Mans nuestro protagonista. La principal modificación es que se sustituyó el chasis de aluminio de Porsche por uno de fibra de carbono. Se construyeron un total de once unidades, algunas de las cuales que estuvieron en competición hasta 1993.
Su participación en las 24 Horas de Le Mans se produjo en 1988, en una edición en la que Jaguar se impuso con el XJR-9. En las calificaciones, no fue especialmente competitivo, pues se clasificó en 21ª posición a más de 16 segundos de la pole. Esta distancia no era tan exagerada en la época como pudiera parecer, pues muchos equipos renunciaban a luchar por una primera posición en parrilla que sólo tenía valor simbólico y promocional.
En carrera, las cosas no fueron mal, ya que se metieron entre los 10 primeros, aunque nunca llegaron a inmiscuirse en la lucha por la victoria. Firmó un 9º puesto justo detrás del otro coche del equipo Kremer. En todo caso, ambos acabaron a 23 y 24 vueltas del ganador, es decir, lejos de los ganadores. Su última carrera la disputó a finales de noviembre de aquel año 88, acabando sexto en prueba del IMSA celebrada en Tampa. Sus pilotos fueron nada más y nada menos que Michael y Mario Andretti.
CONVERSIÓN PARA CIRCULAR POR LA CALLE
En 1990, nuestro protagonista cambió de manos, ya que Kremer se lo vendió a John Wengler. En realidad, fue un trueque, y el Porsche 962 C fue intercambiado por un Ferrari F40, un Testarossa y un Dino. Si me lo preguntas, querido lector, la respuesta es no, yo tampoco sé quién salió ganando. Después el coche ha cambiado de manos e incluso Derek Bell lo usó en Le Mans Classic en 2012. Era la primera vez que el piloto inglés se ponía a los mandos de un 962 C desde su retirada. Recodemos que fue el coche con el que ganó las 24 Horas de Le Mans en 1986 y 1987.
El trabajo para convertir un coche de carreras en uno de calle ha sido muy importante. Por eso se encargó el trabajo al especialista BBM Sports, que cuenta con una dilatada experiencia en prototipos y GTs de competición. Hubo que incorporar elementos como el freno de mano, cámara de visión trasera, centralita, un display frente al conductor o ventiladores para refrigerar la mecánica en parado. Curiosamente, se ha podido mantener la dirección, pues el radio de giro es suficiente para su uso en carretera abierta.
Además, cuenta con cascos e intercomunicadores para que conductor y acompañante puedan hablar entre sí. ¿Acompañante? Sí, por normativa, los coches de Le Mans deben tener dos plazas. Como en cualquier coche de carreras, sólo con cascos es posible entablar una conversación, eso si no preferimos disfrutar de la melodía del motor.
EN MARCHA
Una vez se completó la transformación, nuestro protagonista inició un viaje por toda Europa, casi como para demostrar su excelente adaptación fuera de su hábitat natural. El viaje incluyó visita a las 24 Horas de Nürburgring, además de un paso por el Museo Porsche y, por supuesto, por las instalaciones de Kremer Racing.
El Porsche 962 C se entrega con numerosos recambios, incluidos dos morros, uno nuevo y otro con un golpe. Éste último casi merece la pena ser reservado para exposición. También hay una cola corta, pues monta la versión larga que se solía emplear en Le Mans y que favorecía la velocidad punta en la recta de Les Hunaudieres. No faltan toda una serie de neumáticos y llantas.
En breve, nuestro invitado encontrará un nuevo hogar y, a diferencia de la mayoría de sus hermanos, podrá llegar a él circulando “tranquilamente” por carretera. El afortunado propietario disfrutará de todo un Grupo C, con mecánica turbo y 700 CV de potencia. El resto de los mortales, sólo podemos sentir envidia. Toda la información y documentación del coche está disponible en la página web de RM Sotheby’s.
GALERÍA FOTOGRÁFICA PORSCHE 962 C A SUBASTA
Fotografías cortesía de RM Sotheby’s.