María de Villota ha sido un referente para España en el automovilismo deportivo más reciente. No sólo por su participación en series nacionales como el campeonato nacional de F3, sino también por competir en pruebas de resistencia entre las que encontramos las 24 Horas de Daytona de 2005. Disputadas a lomos de un Ferrari 360 Modena. Modelo éste que llegó a conocer bastante bien gracias a estar presente en las series de la Ferrari Challenge. Además, podríamos reseñar muchos más hitos en la carrera de esta deportista. Responsable de ampliar horizontes a la hora de visibilizar la presencia de la mujer en el automovilismo.
Desgraciadamente, su fallecimiento en octubre del 2013 nos privó de seguir disfrutando con su labor al volante. Una dedicación profesional que compaginó con su faceta más solidaria, protagonizando diversas iniciativas que hoy en día encuentran continuación en Legado María de Villota. La organización que, desde hace años, viene desarrollando actividades solidarias especialmente en Madrid. Ciudad en la que participa en el Comedor Social San José y los Hogares María de Villota. Gestionados por Cáritas a fin de dar cobijo diario a unas 200 personas sin techo así como a mujeres solas o con hijos en estado de desamparo.
De hecho, uno de los voluntarios de Legado María de Villota en estas causas ha restaurado la Vespa 50 Especial que estás viendo. Una unidad en perfecto estado, matriculada por primera vez en junio de 1967 y que seguro podría hacer las delicias de no pocas personas aficionadas a esta icónica scooter. Es más, si eres una de ellas tienes la oportunidad de pujar por ella hasta el 24 de diciembre. Todo ello para colaborar con una buena causa, donándose íntegramente la suma final a las mencionadas actividades de Legado María de Villota.
Además, si deseas ver esta Vespa 50 antes de participar en la subasta de la misma puedes hacerlo yendo a Vespa Roma. Taller madrileño que, precisamente, ha sido responsable de su última puesta a punto. Para pujar de forma directa puedes hacerlo a través de este enlace. Sin duda, una excelente oportunidad para la afición por las Vespa clásicas. Todo ello, además, colaborando en una buena causa que mantiene viva la memoria de María de Villota.