Miguel Sánchez
Yendo a la puridad de la técnica, una de las cuestiones más superfluas en todo automóvil es el color. Irrelevante a la hora de mejorar el rendimiento o alterar el comportamiento dinámico, éste entraría de lleno en el mundo de la banalidad de no ser por algunas cuestiones objetivas como su importancia en la temperatura del vehículo.
Sin embargo, a nadie se le escapa el necesario componente estético en toda carrocería, siempre necesario a fin de generar la beneficiosa identificación entre la máquina y quien la pilota. Asimismo, en relación al ámbito de la competición el color sí ha sido algo realmente relevante para la historia de las carreras.
Es más, hasta la aparición de la publicidad masiva en los cuerpos de los vehículos, estos se distinguían en su procedencia mediante una estricta política cromática. Así las cosas, mientras marcas francesas como Bugatti o Matra lucían el llamado Azul Francia, las italianas se identificaban con el Rosso Corsa y las británicas con el British Racing Green.
Una panoplia de colores en la que, sin contar los años en los que usaron el Gris Plata, los automóviles germanos de competición solían distinguirse por el blanco. De esta manera, el tono más níveo -con permiso de Japón, que lo utilizaba con un toque de marfil bajo una librea circular en rojo- ha quedado unido en el acerbo de las circuitos a los fabricantes alemanes. Entre ellos, claro está, Porsche.
THE WHITE COLLECTION
Con todo ello, algunos de los coleccionistas más puristas en el ámbito de la casa de Stuttgart siempre han mostrado predilección por el blanco. Prueba de ello es The White Collection, la cual sale a subasta los próximos 1 y 2 de diciembre por parte de RM Sotheby’s. En ella, además de una gran cantidad de memorabilia y accesorios, podemos encontrar hasta 56 unidades deportivas de Porsche en estrictos tonos blancos.
Es la principal particularidad de estos lotes, donde igualmente se ofrecen algunos tractores en color rojo. Y es que, más allá de los circuitos y la conducción deportiva en carreteras abiertas, la casa alemana cuenta con un pasado más que notorio en materia de vehículos industriales, estudios de ingeniería para otras marcas, diseño e, incluso, arquitectura.
Fruto todo ello de una estrategia empresarial en la que, más allá del icónico 911, se esconden multitud de actividades mucho más lucrativas que ofrecer vehículos con el motor colgado por detrás del eje trasero.
Imágenes The White Collection de RM Sotheby’s.
NOTA: Por cuestiones relacionadas con la seguridad de la colección, sobre su emplazamiento sólo sabemos que éste se encuentra en los Estados Unidos. Dato que siquiera ofrece la casa de subastas sino el Porsche Club of America.
