Con la actual fiebre por las subastas prácticamente todos los meses sale a puja algún Ferrari Dino y, como todo lo que huele a Ferrari de los 60 o 70, sus precios no dejan de subir.
Sin embargo estos días ha saltado una noticia que nos ha dejado más que sorprendidos. La casa británica Silverstone Auctions ha conseguido adjudicar un Dino 246 GT por 132.250 libras, alrededor de 162.600 euros… y se trata de la unidad que pueden ver en las fotos.
¿Serán las sugerentes palabras “Barn find”? No lo sabemos, pero el caso es que gracias a esta actual tendencia por los coches descubiertos tras años en el olvido, cualquier chatarra, sea cual sea su estado, si está precedida por esas palabras mágicas ya tiene una alta cotización asegurada.
Lo asombroso del caso que nos ocupa es que realmente este Dino está hecho trozos. La humedad y el óxido han causado tal efecto que parte del frontal ha desaparecido literalmente, y con él elementos como la rejilla o uno de los paragolpes.
Es poco más que lo que -en condiciones normales- consideraríamos como un donante, ¡¡y sin embargo se vendió por unas increíbles 132.250 libras!! El motivo quizá esté en lo “romántico” de su historia, que pasamos a describir.
Sepultado
Resulta que –siempre según la casa de subastas- esta unidad la estrenó en 1973 un hombre que solo pudo disfrutarlo un año, pues enseguida lo vendió de segunda mano. El nuevo propietario era un “conocido piloto de motos” (Silverstone Auctions ha omitido su nombre) que acostumbraba a conducir su nuevo Ferrari a trepidantes velocidades. Daba igual el día, el lugar o la hora, que el fogoso piloto exprimía a fondo las prestaciones de su nueva adquisición.
Y como no podía ser de otra forma la policía acabó por descubrir la conducción temeraria de este hombre, de manera que un día se inició una persecución que el rápido piloto pudo esquivar, tanto que consiguió llegar a su casa e ipso facto procedió a esconder el Dino en el garaje.
Para evitarse problemas mayores su propietario decidió que el coche estaría bien guardado durante algún tiempo, y finalmente no lo volvió a utilizar, pues ha sido descubierto tras su reciente fallecimiento.
De esta forma, cuando el coche ha salido a la luz 39 años después, solo contaba con 13.932 millas en el marcador. Su mal estado se explica porque en un momento dado el techo del garaje se vino abajo y se podría decir que este Ferrari ha estado en la práctica a la intemperie la mayoría de todos estos años.
Como se puede ver esta serie de infortunios no han hecho sino incrementar la valoración del coche, y ni su mal estado ni el hecho de tener el volante a la derecha han bastado para evitar una encarnizada puja para conseguirlo.
DE LOCOS
Pura casualidad, el precio más alto conseguido por Silverstone Auctions en esta subasta celebrada el 26 de mayo fue para otro Ferrari Dino; en este caso se trataba de una unidad recientemente restaurada a un alto nivel, que además fue el coche que lució Ferrari en su Salón del Automóvil de Earls Court en 1971. Con todo este pedigrí se adjudicó por “solo” 250.700 libras.
Desde luego, si lo comparamos con el precio/estado de la unidad de color verde, ¡casi podríamos decir que esta última ha sido casi una ganga!