Fotografías: Unai Ona
Mientras el pasado mes de agosto parábamos el sonido de los teclados en La Escudería, en los Estados Unidos se celebraba una de las citas ineludibles para el motor clásico. Es más, deberíamos decir para el mundo del motor en general o, al menos, para sus segmentos más exclusivos. Y es que, durante la Semana del Motor en Monterey hemos podido volver a ver una intensa panoplia deportiva de alta gama. De hecho, la importancia mediática de estos días cobra una especial relevancia en The Quail. Cita imprescindible entre todos los eventos programados en la península californiana, llegando a agendarse hasta 19 conferencias de prensa convocadas por marcas como Maserati, Bugatti o Porsche.
Todas ellas con el objetivo de presentar nuevos modelos referenciales en sus respectivos nichos de mercado. Sirviéndose de un contexto cargado de respeto por la historia del automóvil para proyectarse hacia el futuro ya que, al fin y al cabo, The Quail 2022 estuvo lleno de los mejores clásicos. Es más, podríamos estar horas y horas hablando sobre las impecables restauraciones aquí vistas. Sin duda representativas de las más cuidadas labores artesanales al servicio de la preservación, teniendo como protagonistas de excepción dos pequeños modelos basados en escuetas mecánicas.
MECÁNICAS FIAT Y CITROËN PARA LOS CLÁSICOS MÁS EXCLUSIVOS
Así de primeras, uno no piensa en motores FIAT o Citroën en relación con los automóviles exclusivos vistos en The Quail. Lejos de ello, la mente se va fácilmente a los Ferrari, Maserati o Jaguar aquí expuestos. Y bueno, en verdad no haría mal ya que incluso hubo una muestra temática sobre los grandes GT creados en Maranello durante los cincuenta y sesenta. De hecho, se pudo ver un fantástico Ferrari 400 Superamérica Coupé Aerodinámico. Una de las mejores creaciones del siempre genial Aldo Brovarone. El hombre que aquí supo crear uno de los mejores GT V12 firmados por Pininfarina.
No obstante, ya que ciertas leyendas del automovilismo son de sobra conocidas, lo interesante en un evento como The Quail es explorar las rarezas. Más aún cuando han sido recuperadas de almacenes olvidados. Lugares donde la corrosión y el olvido estuvieron a punto de hacerlas desaparecer hasta la llegada de profusos trabajos de restauración. Justo la historia que comparten el Citroën Squall de 1959 y el Abarth 1100 SS de 1953. Dos pequeños derivados a partir de sencillas mecánicas 2CV y FIAT respectivamente. Representantes de cómo un deportivo no ha de ser necesariamente prestacional para lograr ser realmente emocionante.
En primer lugar, sin duda el Citroën Squall merece una mención específica. Para empezar, porque este 2022 al fin se le ha puesto en valor gracias a una profusa restauración en la que ha intervenido su creador Guy Mismaque. El ya anciano diseñador francés que ideó este modelo claramente influenciado por los Alfa Romeo BAT de Franco Scaglione. Un atrevimiento para la época, más aún si tenemos en cuenta cómo la base del mismo fue un sencillo Citroën 2CV. Así las cosas, el contraste entre una costosa carrocería artesanal y una base mecánica escasamente prestacional hizo que sólo vieran la luz tres unidades.
Una de ellas, en color azul, es una habitual en concentraciones galas donde, posiblemente, dentro de poco se empezará a ver también la barquette 2CV subastada por Aguttes hace unos meses. No obstante, las otras dos se dieron por perdidas durante décadas hasta ser descubierta una de ellas en un almacén. Ahora, ya en manos de su nuevo propietario norteamericano, ha sido uno de los grandes protagonistas en The Quail 2022. ¡Quién se lo diría a este modelo artesanal donde se mezclan piezas sacadas del 2CV con otras del Renault Dauphine o el Simca Aronde! En fin, ya estamos preparando un artículo sobre el mismo para ilustraros mejor su historia.
Siguiendo con bases modestas para piezas de altura, en The Quail 2022 destacó el Abarth 1100 SS. Un radiante ejercicio de diseño ejecutado por Ghia en 1953, el cual se dio por perdido hasta ser encontrado en los ochenta dentro de un granero norteamericano. Tributario a las líneas espaciales y futuristas provenientes del otro lado del Atlántico, no es casualidad que su diseño fuera ejecutado por aquel taller. Y es que, al fin y al cabo, el carrocero turinés mantenía una intensa relación con los fabricantes estadounidenses. Todo ello, especialmente, gracias a los trabajados encomendados por parte de Virgil Exner y su estudio de diseño en Chrysler. Una pena que finalmente fuera absorbido por Ford en los sesenta. Cuando el gigante de Dearborn andaba obsesionado con adquirir marcas de prestigio en Italia.
Respecto a la base del mismo, el Abarth 1100 SS es una pieza única realizada a partir de un FIAT 1100. Sí, el popular Millecento que tanto y tan bien sirvió para desatar la pericia de carroceros y preparadores en el país transalpino. Posiblemente uno de los automóviles más usados como base en la creación de modelos únicos. Con decenas de barchettas y ejercicios de diseño partiendo de sus unidades de serie. Así las cosas, cuando este Abarth fue entregado aún contaba con el bloque original del 1100 con cuatro cilindros. Sin embargo, y en honor a la verdad, esta mecánica fue sustituida al poco por un potente V8. Todo ello en perfecto estado actual tras una restauración que duró casi cinco años.
UN CLÁSICO HECHO PARA LA FASCINACIÓN EN THE QUAIL 2022
Diseñado por Carlo Chiti y Giotto Bizzarrini tras su abrupta salida de Ferrari en 1961, el ATS 2500 GT de 1963 es un deportivo absolutamente fascinante. En serio. Uno de esos modelos tan poco conocidos como referentes para los mitómanos más exacerbados. Y es que, veamos. Ideado por puro despecho hacia Enzo Ferrari y su puño de hierro, este modelo fue uno de los primeros deportivos de calle en montar motor central. Curiosamente un V8 con 240CV situado en medio de los V12 o V6 producidos en Maranello para sus GT y F1 respectivamente.
Además, su carrocería perfilada por Franco Scaglione parece la mezcla de un 250 LM con un 400 Superamerica. La constatación visual de una malsana sed de venganza. Aquella que envenenó al proyecto de Automobili Turismo e Sport al medirse constantemente con Ferrari en vez de buscar su propia identidad. Es más, incluso construyeron un monoplaza para barrer a la Scuderia en la F1. Un coche que ni pilotado por el gran Phil Hill pudo siquiera puntuar una vez. Así las cosas, ATS entró tan rápido en quiebra que sólo se pudieron producir una docena de unidades del 2500 GT.
Todas ellas tan poco valoradas en su época como admiradas hoy en día por los amantes de las rarezas italianas. Y es que, si bien en su tiempo aquel modelo estuvo cargado de errores, estos conforman hoy en día una de las historias más líricas y desgraciadas del automovilismo periférico a Maranello. Algo que, si se nos permite el ejercicio comparativo, parece una de las trágicas venganzas escritas por Shakespeare llevada al mundo de la mecánica. Además, al igual que éstas, acaba de una forma desastrosa para no pocos de sus protagonistas. Sin duda uno de los automóviles más interesantes de entre todos los congregados en The Quail 2022.
LO MÁS CANÓNICO Y LO MÁS EXTRAÑO DE THE QUAIL 2022
Saliendo de filias personales para centrarnos en el ganador de The Quail 2022, el trofeo del evento se lo llevó un Jaguar D-Type de 1956. Sin duda un excelente broche al concurso. Donde uno de los hechos a conmemorar fue el 71 aniversario de la primera victoria de Jaguar en las 24 Horas de Le Mans. Llegados a este punto, aunque el primer año en que el D-Type llegó a lo más alto en dicha carrera fue 1955, lo cierto es que lo hizo para firmar un reinado de tres años consecutivos. Así las cosas, su monocasco en aluminio con elementos aerodinámicos provenientes de la aviación es uno de los iconos básicos en la historia de las carreras de resistencia.
Una de las mejores piezas de ingeniería automotriz británica, la cual representa un verdadero canon para el automovilismo deportivo. Sin duda en las antípodas de los dos extraños elementos con los que vamos a ir cerrando esta crónica de The Quail 2022. Para empezar un Alfa Romeo 6C 2500. Lo cual, dicho así, parece en verdad un modelo de lo más canónico. Eso sí, hasta que mencionamos que se trata de una unidad transformada a Pick-Up. No obstante, rogamos que no nadie se rasgue las vestiduras. Por ahora. Y es que, al fin y al cabo, no deja de ser una transformación realizada en la propia época del vehículo.
Además, los más avezados en Alfa Romeo quizás la recuerden por haberla visto en algunas crónicas de la Feria de Padua. Evento en el que ha aparecido varias veces con un estado incluso más corrosivo que el actual. No obstante, en algunas fotografías hemos podido detectar restos de una publicidad Bianchi en uno de sus laterales. ¿Sería por tanto el automóvil de un equipo ciclista? Sin duda eso le daría algo más de encanto. Quién sabe. Ahora, en lo referido a llevar deportivos de altura a un estado tan llamativo como cuestionable hubo todo un campeón en The Quail 2022. Ni más ni menos que un Porsche 356 recientemente transformado a vehículo de nieve.
Adecuado en el 2013 para carreras de clásicos de larga distancia, la primera gran cita de este 356 fue la Panamericana. Además, también ha disputado la Pekín-París y diversas citas más a lo largo y ancho de todo el planeta. Tanto así que sólo le quedaba un continente por recorrer. La Antártida. Lugar al que acudió el pasado 2020 para cubrir una distancia respetable. Obviamente, gracias a los elementos motrices con los que se exhibió en The Quail 2022. Uno de los pocos eventos del calendario mundial donde poder ver clásicos tan sumamente concretos como éste. Realmente especial.