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Todo lo que necesitas saber para circular con tu clásico en verano

La llegada de las intensas olas de calor será decisiva en la forma y manera con la cual utilizamos nuestro clásico; te damos unos consejos para saber cómo afrontarlas.

Más allá de sus cuidados habituales, un clásico en verano necesita de ciertas precauciones a fin de mitigar los efectos nocivos del calor sobre su mecánica y habitáculo. De esta manera, tener en cuenta algunas precauciones tanto en parado como en marcha pueden marcar la diferencia entre un correcto mantenimiento y un desgaste prematuro.

Es más, incluso le pueden ahorrar más de un disgusto quedando averiado en la cuneta bajo el sol de agosto en plena ola de calor. Así las cosas, esta pequeña lista de consejos útiles debería ser una de sus escuetas lecturas de cabecera si es que pretende disfrutar de su clásico en verano más allá de algún pequeño paseo ocasional por las cercanías de su garaje. ¡Vamos a ello!

A VUELTAS CON LA CARROCERÍA

En este repaso a cómo utilizar su clásico en verano vamos a ir desde fuera hacia adentro. Dicho esto, el primer punto sobre el cual posar nuestra atención será la carrocería, la cual podemos empezar a proteger aplicando diversas ceras específicamente diseñadas para disipar el calor.

Su acción es escasa, muy escasa, pero en estos momentos de intensas olas de calor todo suma; más aún cuando salimos al asfalto. Además, como efecto rebote llevará usted su clásico más presentable, lo cual se agradece. En segundo lugar, también hay que tener en cuenta cómo los más de los desplazamientos veraniegos se producen hacia zonas costeras.

Zonas donde abunda uno de los mayores enemigos para el automovilismo histórico: el salitre. Culpable de no pocos desgastes y corrosiones, éste puede hacer estragos en la chapa si la exposición al mismo es prolongada -quien haya pensado en adquirir un clásico con historial en playa sabe de qué hablamos-. Por ello le recomendamos utilizar una funda, guardar en garaje y, a ser posible, no aparcar al albur del viento marino.

LA REFRIGERACIÓN, UN PUNTO IMPORTANTE PARA UN CLÁSICO EN VERANO

Entramos en los puntos más importantes sobre cómo mantener su clásico en verano. Llegados a este punto, de no contar con un reloj de temperatura en el salpicadero -algunos clásicos populares cuentan con este descuido- debería hacerse con uno cuanto antes; resulta fundamental si es que se quiere controlar de manera meticulosa el estado bajo el cual trabaja la mecánica.

Tras esto, el mantenimiento y limpieza del radiador resulta fundamental. De hecho, es una operación tan sencilla como agradecida, resultando llamativa la gran cantidad de suciedad que de éste puede llegar a salir. Suciedad que, en el caso de estar ahí en una subida bajo el inclemente sol de agosto, puede producir problemas de refrigeración que acaben con usted sentado en una cuneta esperando a la grúa.

Siguiendo con este hilo deje su clásico en manos de un mecánico bajo el encargo de revisar todo lo concerniente a la refrigeración. Ah, y no sólo se preocupe por lo que hay que hacer sino también por lo que no se debe hacer en ningún caso: principalmente echar agua sobre el motor y los colectores en caso de recalentamiento. Algo con posibilidades de producir un choque térmico bastante problemático; las cosas poco a poco.

Y hablando de ir poco a poco: modere la velocidad, no sea demasiado exigente bajo situaciones extremas y, a la hora de parar a descansar, deje el motor en marcha durante unos minutos a fin de dejar actuar a la bomba de agua.

EN LO REFERENTE A USTED

Obviamente, más allá de cómo actuar sobre los elementos de su clásico en verano también habrá de cambiar su estilo de conducción. De esta manera le aconsejamos utilizar todas y cada una de las bajadas posibles como una excusa para manejarse en punto muerto descansando así la mecánica. Exactamente igual a lo que, seguramente, haría usted con sus piernas en caso de ir montado sobre una bicicleta.

Por último no se olvide de los recurrentes parasoles y, claro está, sea consciente de ir conduciendo un clásico. Es decir, un automóvil antiguo, seguramente inseguro, posiblemente incómodo, quizás a punto de sufrir una avería pero, al fin y al cabo, lleno de encanto. Es lo que nos gusta y vaya, acabar cubierto en sudor es uno de los precios a pagar por el disfrute de esta nuestra afición.

Imágenes: RM Sotheby’s

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Escrito por Miguel Sánchez

A través de las noticias de La Escudería, viajaremos por las sinuosas carreteras de Maranello escuchando el rugido de los V12 italianos; recorreremos la Ruta66 en busca de la potencia de los grandes motores americanos; nos perderemos por las estrechas sendas inglesas rastreando la elegancia de sus deportivos; apuraremos la frenada en las curvas del Rally de Montecarlo e, incluso, nos llenaremos de polvo en algún garaje rescatando joyas perdidas.

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