in

Torino TS, nomenclatura Renault para denominar a un modelo argentino

La relación entre Renault y la argentina IKA fue clave a la hora de entender cómo las denominaciones TS o GS estuvieron presentes en el Torino desde su primera actualización.

Al igual que pueda ocurrir en España con el SEAT 600, el Torino es para los argentinos más que un automóvil un símbolo nacional. Fruto de la industria local en colaboración con algunas de las mejores firmas extranjeras en diseño y mecánica, este vehículo con hasta 16 años en cadena de montaje es -con razón- un icono constante cuando hablamos del automovilismo argento.

Así las cosas, las coordenadas de su origen están bien claras, justo cuando Industrias Kaiser Argentina se enfrentó al reto de fabricar un ambicioso turismo enfocado a la gama más exclusiva del mercado local capaz de competir en pie de igualdad con los Ford Falcon y Chevrolet 400.

Ambos muy queridos por la afición local, la cual incluso llegó a arrojar objetos pesados contra el Torino durante sus primeros años en competición; una de las vías de promoción para este modelo, el cual echó cimiento en el imaginario local a base de prestaciones, calidad y actuaciones en circuito tan memorables como la histórica misión argentina a Nürburgring en 1969.

Asimismo, pocos automóviles pueden contar en su génesis con la colaboración de alguien tan significativo como Juan Manuel Fangio, quien utilizó sus contactos en Italia a fin de lograr los últimos toques de diseño a cargo de Pininfarina partiendo de las líneas del Rambler ya visto en la Argentina desde 1962.

DEL ESTRENO A LA PRIMERA GRAN ACTUALIZACIÓN

Desde su estreno en 1966 el Torino fue un vehículo especialmente prestacional dentro de su mercado. No en vano, la utilización del motor Tornado con seis cilindros en línea y un desplazamiento de entre 3 y 3.8 litros según la versión -se lanzó inicialmente con tres- arrojaba la potencia suficiente como para mantener altas velocidades de crucero sin problema alguno.

Todo ello con propulsión trasera, beneficiada por la acción de la suspensión posterior tomada del Ika Bergatín; a la sazón ni más ni menos que la réplica local del Alfa Romeo 1900, aquel con el cual la casa italiana no sólo estrenó su bastidor monocasco en gran serie sino también la primera de sus legendarias versiones Turismo Internazionale.

A partir de aquí el Torino fue demostrando con hechos las bondades de su diseño, logrando una cuota de ventas cada vez más obvia al tiempo que superaba la recurrente dialéctica argentina “sos de Chevrolet o sos de Ford”.

Llegados a este punto, de cara a 1970 IKA -plenamente asociada con una Renault cada vez más presente en el accionariado- decidió realizar la primera gran renovación en la gama del Torino, creando así varias denominaciones con las cuales se daba un nuevo aire a versiones ya existentes desde la presentación del modelo cuatro años antes; algo en lo cual destacaron sobremanera los Torino TS y GS.

DE RENAULT AL TORINO, LA CUESTIÓN DE LA NOMENCLATURA

Dentro de la nomenclatura utilizada en Renault las denominaciones TS y GS fueron algo común durante décadas. Eso sí, explicar correctamente el significado de todas bien nos llevaría -de hecho nos está llevando desde hace varios días- un artículo entero indagando en las características inherentes a cada una de ellas.

Y vaya, lo cierto es que aun así hay lagunas imposibles de cubrir más allá de las razones publicitarias; razones publicitarias donde el criterio fonético acaba inclinando no pocas veces la balanza de la nomenclatura hacia un lado u otro según se configurase la gama Renault en cada país.

No obstante, líos genealógicos aparte lo relativo a las siglas TS y GS sí parece estar más o menos claro tanto en el caso francés como en el español y argentino. A resueltas: TS para Turismo Sport y GS para Grand Sport.

Es decir, la primera para variantes con un cierto toque al pisar el acelerar sin por ello ser decididamente deportivas -esto bien lo sabemos en España con el caso de los primeros R5 TS- y la segunda ya enfocada a opciones claramente prestacionales dentro de su segmento.

De esta manera, mientras el TS dio relevo desde finales de 1970 al 380 -con motor de 3.8 litros y un sólo carburador- el GS apareció con el carácter resuelto de renovar al 380W alimentado con hasta tres carburadores para ser así la opción más potente y deportiva en la gama del Torino.

RENAULT TORINO TS, EL PENÚLTIMO ESCALAFÓN

Mientras el Torino GS llegó a los concesionarios con 176 CV -elevados a los pocos meses hasta los 185 CV para saltar en 1972 a los 215 CV- el Torino TS ofrecía unos más comedidos 155 CV a 4.300 rpm al ir alimentado por un único carburador Holley en vez de los tres Weber expuestos en el primero.

Planteado para la perfecta combinación entre el confort en ruta y una respuesta no diremos claramente deportiva pero sí al menos poderosa en cuanto se le exigiera al acelerador, esta versión ocupaba el escalafón situado justo por debajo del más prestacional. De aquel que, con las versiones GS en plena escalada técnica, firmó algunas de las mejores páginas en competición del modelo.

En fin, sin duda habremos de seguir escribiendo sobre los Torino. Estén atentos.

Foto del avatar

Escrito por Miguel Sánchez

Ya son casi siete años escribiendo en La Escudería; un tiempo en el que hemos analizado el mercado de clásicos, investigado rarezas e intentado comprender no pocos aspectos técnicos.

Seguiré a este lado del teclado si usted permanece atento al otro lado de la pantalla.

Deja una respuesta

Suscríbete a la Newsletter

Una vez al mes en tu correo.

Muchas gracias! No olvides confirmar tu suscripción mediante el email que acabamos de enviarte.

Algo ha salido mal. Por favor, vuelve a intentarlo.

60.4kFans
2.1kFollowers
3.4kFollowers
4kFollowers