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Un tracción total para ir sin afanes, Lancia Prisma 4WD

Más allá de los Delta Integrale con sus motores turbo y su talante deportivo, el Lancia Prisma 4WD representó una opción con tracción total tranquila y sosegada. Además, hoy en día es un interesante «daily classic».

Con cuatro títulos de pilotos y hasta seis de constructores el Lancia Delta es un icono indiscutible en la historia del Mundial de Rallyes. Además, esto tuvo un claro reflejo en los concesionarios; donde fue apreciado como uno de los compactos deportivos más interesantes en su época. Además, dejando a un lado las bondades de su motor con turbocompresor la principal seña de identidad para aquellos Delta de competición fue la tracción Integrale.

Un sistema gracias al cual el Grupo Fiat conseguía volver a lo más alto de los rallyes. Lugar del cual había sido desplazado por Audi y su tracción Quattro, responsable de batir definitivamente al Lancia 037. Un modelo fascinante aunque, con su propulsión trasera y compresor volumétrico, incapaz de competir contra los nuevos y más avanzados modelos con tracción total.

No obstante, lo mejor será ir por partes de cara a comprender cómo Lancia evolucionó, en muy poco tiempo, desde planteamientos ya obsoletos a otros marcados por la aplicación de la tracción total incluso a sobrios modelos familiares. Así las cosas, hemos de trasladarnos a comienzos de los años ochenta.

Decidido a ganar en el Mundial de Rallyes, Ferdinand Piëch apostó por la creación de un modelo dotado con una tecnología claramente revolucionaria. Gracias a ello nacía el Audi Quattro. Un modelo con impulso en las cuatro ruedas que, aun viendo sus inicios en el Grupo 4, rápidamente pasó a ser homologado en el Grupo B con diferentes versiones a cada cual más potente.

Llegados a este punto, en 1982 ya consiguió ganar el título de constructores mientras que al año siguiente se hacía con el primero de los dos que habría de ganar en pilotos. De esta manera, la tracción total se imponía en el Mundial de Rallyes dejando especialmente fuera de lugar a Lancia. Y es que, al fin y al cabo, en el departamento de competición del Grupo FIAT siguieron aferrados a la propulsión trasera durante demasiado tiempo.

Sin embargo, conscientes de la situación los italianos se aplicaron a la labor de modernizarse con bastante facilidad. Gracias a ello, en 1984 la pista de pruebas de Balocco fue el escenario escogido para los primeros ensayos de Lancia con la tracción total. Eso sí, lejos de presentar un sistema parecido al posterior Integrale estos se hicieron con un modelo complejo de cara a llegar a serie. Hablamos del Trevi Bimotore. Un proyecto liderado por el probador y antiguo piloto Giorgio Pianta , quien incorporó un motor a cada eje creando así un modelo con en torno a 270 CV.

Ahora, obviamente aquel diseño no podía tener mucho recorrido. Para empezar, el peso lo lastraba de forma evidente frente a los mucho más ligeros Grupo B. Además estaba la clara complejidad técnica de todo bimotor, comprometiendo así la fiabilidad. Y, bueno, para acabar lo cierto es que visualmente no encajaba la idea de un tres volúmenes disputando el Mundial de Rallyes. No obstante, lo cierto es que, de todos modos, aquel proyecto tuvo más que ver con algo relativo a probar neumáticos especiales que a entrar en tramos cronometrados.

Debido a ello, los inicios de la tracción total en Lancia hemos de buscarlos en el sistema 4WD. Presentado en 1985, éste se basó en la incorporación de tres diferenciales con un tren de engranajes epicicloidal. A partir de aquí, las necesidades de cada modelo lo hacían más o menos complejo, siendo base común para máquinas de competición como el S4 o familiares para el día a día como el Prisma 4WD. Una de las opciones más interesantes en la gama de Lancia, la cual apareció en 1986 liderando la presentación de la segunda serie del Prisma.

LANCIA PRISMA 4WD, UN TRACCIÓN TOTAL QUE NO CONTÓ CON TURBO

Cuando fue lanzado al mercado en 1884, el Lancia Prisma consiguió ser un modelo con entidad propia en vez de una simple variante con tres volúmenes realizada a partir del Delta. Para ello ayudaron los cuatro años de diferencia entre ambos, pero también unas líneas elegantes y atractivas a cargo de Giorgetto Giugiaro. Además, dentro del catálogo del fabricante italiano el Prisma apareció como el sustituto del Trevi. Una berlina interesante -especialmente por sus versiones VX- pero, al tiempo, desfasada en el panorama de los años ochenta. Algo que podemos comprobar con tan sólo un vistazo a sus cada vez más menguantes ventas.

A partir de aquí, las motorizaciones y versiones relativas a la primera serie del Prisma no tuvieron nada de especial. Sin embargo, la presentación de la segunda en 1986 trajo consigo la aparición de una opción equipada con el sistema 4WD. Asimismo, para ésta se había reservado una mecánica algo más potente, equipando así el bloque atmosférico con dos litros proveniente del Thema para entregar así 115 CV.

Así las cosas, lo cierto es que no hubiera sido del todo raro ver la aparición de un Prisma en el que, sobre esta base, se añadiera un motor con turbocompresor. Sin embargo, en el Grupo Fiat pensaron que semejante idea no tendría demasiado recorrido comercial pues, no en vano, aquello sólo les encajaba en la forma de un compacto como el Delta. Sin embargo, a decir verdad éste compartía plataforma con el Prisma y, además, parece que incluso el propio Gianni Agnelli no hubiera visto mal la idea puesto que encargó una unidad con estas especificaciones.

De todos modos, sea como fuese lo cierto es que aquello nunca llegó a serie. Sin embargo, aún echándose de menos una motor más potente lo cierto es que el Lancia Prisma 4WD representa una estupenda opción para los coleccionistas de hoy en día. No en vano, encarta muy bien con la idea de un “daily classic” que, además, fue la versión más escasa e interesante entre las 380.000 unidades del Prisma.

Fotografías: FCA Heritage

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Escrito por Miguel Sánchez

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