La mañana del sábado comenzó en Ribadeo más fría de lo habitual, además continuaron las precipitaciones que habían acompañado a los asistentes desde su llegada al municipio el día anterior. El plan para esta última jornada era llegar a La Coruña, una gran hazaña si se tiene en cuenta que Ribadeo es la primera población gallega tras dejar Asturias.
Así pues los coches iniciaron su marcha bien temprano, en un trayecto que se realizó en paralelo a las costas del Mar Cantábrico, exceptuando un tramo de puerto de montaña de bastante duración que no supuso ningún reto para los más de cien SEAT 600 participantes. La única parada del recorrido tuvo lugar en la cima de dicha montaña, una breve pausa que tanto coches como dueños aprovecharon para descansar a medida que la niebla se disipaba.
EL SOL REAPARECE PARA DESPEDIR LA TRAVESEAT
La fina pero copiosa lluvia había acompañado a los participantes desde las dos jornadas anteriores. Casi de forma milagrosa a medida que la distancia que separaba a los 600 de La Coruña había cada vez más claros entre las nubes hasta que las precipitaciones cesaron para dejar paso a un espléndido día soleado.
La célebre ocasión requería quitar la capota al 600 D descapotable que SEAT Coches Históricos nos prestó para este viaje. Tras un parada exprés disfrutamos de los últimos kilómetros de ruta a cielo descubierto, reemplazando el frío por una agradable temperatura propia del verano gallego.
La comitiva fue entonces escoltada por la policía coruñesa, que abrieron paso hasta llegar a la emblemática Torre de Hércules, que marcaba la llegada de los 600 al gran Océano Atlántico. Además, a su llegada los participantes de la TraveSEAT fueron acompañados por un club de coches clásicos gallego.
Tras unas cuantas fotos en un lugar tan privilegiado había que visitar un último destino, el MAHI (Museo de Automoción e Historia), donde los visitantes pudieron disfrutar de una amplia colección de vehículos y otros objetos antiguos. Fue allí donde nos despedimos definitivamente de los 128 coches que habían completado el viaje, ya que muchos realizarían la vuelta a sus lugares de procedencia en camión.
Para terminar hubo una cena de despedida en un restaurante de Arteixo, donde participantes y organizadores recibieron los aplausos que se merecían, con una especial mención al dueño del SEAT 800 que sufrió un accidente a mitad de recorrido, y a su esposa que ingresó en un hospital el primer día, y que por fortuna ambos terminaron la TraveSEAT a bordo de un coche de alquiler.
DESPEDIDA Y AGRADECIMIENTOS
Después de que todos los participantes recibieran un obsequio de parte de los patrocinadores se puso punto y final a esta experiencia única en la que cualquier propietario de SEAT 600 debería participar al menos una vez, para la que han anunciado que el año que viene llevará a los seílla a tierras vascas.
Por último queda agradecer de manera personal al equipo de TraveSEAT y a SEAT Coches Históricos su enorme amabilidad y profesionalidad ya que han hecho todo lo posible para que el equipo de periodistas que cubrió la ruta se sintieran parte de la gran familia de la TraveSEAT
Imágenes: Javier Ramiro