Miguel Sánchez
Incluso durante los años cincuenta, creadores como Enzo Ferrari seguían menospreciando la importancia de la aerodinámica. No obstante, desde al menos tres décadas antes ésta había avanzado de una manera determinante. Mostrando su importancia con evidencias físicas no sólo en la belleza de las formas sino, especialmente, en el desempeñó de cualquier vehículo incluso aún no siendo de carreras.
Así las cosas, desde fabricantes como FIAT -con su Balilla Berlinetta Aerodinamica Mille Miglia en 1935- hasta diseñadores como Wunibald Kamm -con su BMW 328 Kammback– la idoneidad de invertir en todo lo relacionado con los flujos de aire quedó perfectamente clara.
De hecho, este clima de innovación fue influyendo poco a poco en las marcas masivas. Es más, éstas empezaron a ser conscientes sobre cómo la aerodinámica podía mejorar el consumo -y por tanto las ventas- en sus modelos de serie. Así las cosas, en los Estados Unidos Chrysler invirtió en el uso de un novedoso túnel de viento ubicado en Michigan. Justo el lugar donde, en colaboración con uno de los hermanos Wright, se forjó la carrocería del Airflow de 1934.
Uno de los primeros automóviles diseñados bajo conceptos aerodinámicos y, a la postre, también uno de los más influyentes en la historia automotriz estadounidense. No en vano, sus volúmenes empezaban a integrar cada vez más elementos en un mismo cuerpo. Prediciendo lo que, tiempo después, haría Mercedes con sus carrocerías Ponton 180/190. Además, otros fabricantes generalistas también se encontraban inmersos en la aerodinámica a mediados de los años treinta.
En este sentido, destaca la labor de FIAT con la primera serie de su 1500. Presentada en 1935 para dar un giro radical a lo propuesto por su antiguo 515, ésta parecía estar al menos dos décadas por delante de su más inmediato predecesor. Además, mientras el Chrysler Airflow fue un verdadero fracaso en ventas -los estadounidenses parecían no aceptar sus novedosas líneas- el FIAT 1500 encandiló con su aspecto futurista al mercado italiano.
De hecho, este modelo cuenta con el mérito de ser el primer vehículo fabricado en serie bajo criterios aerodinámicos capaz de lograr éxito en los concesionarios. Sin duda, todo un logro para FIAT. Una de esas empresas que, con toda su carga histórica, ha estado presente en no pocos hitos fundamentales para el automovilismo.
Asimismo, el FIAT 1500 también incorporó otros elementos dignos de mención a la hora de sumar encantos relacionados con la innovación. Sin ir más lejos su motor. Con seis cilindros en línea y 45CV, ofreciendo así unas velocidades de crucero bastante aptas para la época.
FIAT 1500 MK1, UN AUTOMÓVIL CON DIVERSAS INNOVACIONES
Para la afición más centrada en la capacidad de innovar, Lancia es una marca fundamental. No en vano, desde el chasis monocasco del Lambda hasta los motores diseñados por Vittorio Jano -pasando por el D50 o el Stratos- ésta se ha labrado una personalidad evidentemente unida al avance en ingeniería. Así las cosas, el pequeño Aprilia de 1937 destaca como un hito fundamental a la hora de comprender los primeros pasos de la aerodinámica.
Además, su carrocería autoportante carecía de pilar B. Todo un alarde -éste es básico para mantener la rigidez- gracias al cual se hacía posible abrir por completo el lateral del vehículo con unas puertas de apertura suicida. No obstante, FIAT ya se había apuntado este tanto dos años antes al presentar su 1500. Enclavado en un segmento superior al ocupado por el Lancia pero, al mismo tiempo, perteneciente a una marca mucho más masiva y por tanto bastante más conservadora. Algo que hace aún más imprevisto el novedoso diseño mostrado por este modelo.
Asimismo, el FIAT 1500 fue el primer automóvil de la casa italiana en incorporar suspensión delantera independiente. En este caso, derivada de la patente registrada por André Dubonnet. A la sazón, otro de los personajes más dados a la innovación en lo relativo al automovilismo europeo previo a la Segunda Guerra Mundial. Eso sí, en lo referido al chasis hay que anotar un evidente punto tradicional al FIAT 1500.
Y es que, lejos de ser monocasco -como ya era común en Lancia- éste seguía siendo exento. Concretamente en forma de aspa. Y es que, en este sentido, hubo que esperar hasta la aparición del 1400 en 1950 para ver un FIAT con carrocería autoportante. Un hecho que no quita ni un ápice de carácter al 1500. Sin duda, la pareja europea del malogrado Chrysler Airflow.
Fotografías: RM Sotheby’s
