Hasta en el mundo de los coches clásicos ha habido pioneros, y evidentemente por motivos de jerarquía los primeros vehículos que fueron preservados fueron los más antiguos. En España allá por 1962 se fundó el Veteran Car Club, una asociación que lleva fomentando el uso de vehículos vetustos en diversas actividades desde hace más de sesenta años.
Con el fin de rememorar y recuperar aquellas salidas que el club hacía desde hace décadas, el fin de semana del 18 y 19 de mayo desde el Veteran tenían programada una ruta que ha llevado a más de una veintena de vehículos anteriores a 1930 a diversos municipios de la Comunidad de Madrid.
PRIMERA PARADA: POZUELO DE ALARCÓN Y BOADILLA DEL MONTE
Mediados de mayo es la temporada alta para celebrar concentraciones de coches clásicos, y no es ningún misterio, pues en el caso de este fin de semana la climatología fue la ideal para pasear en un vehículo antiguo. El sábado 18 de mayo los coches hicieron un recorrido por las calles de Pozuelo de Alarcón y Boadilla del Monte, donde hicieron las delicias de aquellos afortunados que caminaban por las calles en aquel momento.
Tras paradas en ambas localidades donde los visitantes pudieron contemplar estas piezas de colección más a fondo, la caravana de automóviles veteranos emprendió rumbo al hotel localizado en Pozuelo de Alarcón, en un recorrido que era todo un privilegio seguir desde el coche y poder ser partícipe del particular rodar que tienen estos vehículos tan antiguos.
DOMINGO EN EL PALACIO REAL DE MADRID
El domingo era el día grande, ya que después de salir del hotel la caravana de coches de preguerra fueron directos al centro de la capital. En su paseo por las calles más turísticas los vehículos que sumaban más de 2.000 años de antigüedad todos juntos pasaron por la Gran Vía, lugar que no existía cuando se fabricaron algunos de los coches asistentes, eso sin mencionar el característico Edificio Carrión cuya construcción no finalizó hasta 1931.
El emplazamiento final era la Plaza de Oriente, situada frente al Palacio Real de Madrid. Un lugar privilegiado que el Distrito Centro de la capital cedió al Veteran Car Club, y que da esperanzas a toda la afición a recuperar eventos de este tipo en la ciudad de Madrid. La afluencia de público, en su mayoría turistas, disfrutaron mucho de la exposición gratuita, y muchos detuvieron su paseo por la ciudad para deleitarse con estos vehículos, llegando a dejar en segundo plano al conjunto histórico y monumental en el que se encontraban.
Una ocasión única y tan especial requería las mejores galas de los asistentes, motivo por el cual los miembros del club se vistieron con atuendos acordes a la época en la que se fabricaron sus vehículos, aumentando aún más la sensación de inmersión en una época ya pasada.
Finalmente, pasadas las cinco de la tarde los coches salieron de la Plaza de Oriente y pasearon frente al Palacio Real, en un pasacalle en que se escucharon vítores y aplausos de los madrileños, que era lo único que interrumpía el hipnótico sonido de un coro de mecánicas centenarias que logra poner los pelos de punta.
LAS MATRÍCULAS MÁS BAJAS
Más allá de las matrículas históricas tan comunes en este tipo de eventos, las concentraciones de vehículos preguerra tienen un encanto añadido que es el de las placas provinciales más antiguas, y en la salida del pasado fin de semana hubo una gran selección de buenos ejemplos.
Llamó la atención del Hispano-Suiza con matrícula MU-1, un vehículo que el RACE custodia en su museo de Madrid. También estuvo presente un Renault de 1902 cuya matrícula M-11 data de 1907, primer año de matriculaciones en la provincia, y vehículo más antiguo superviviente que cuenta con una de estas placas. Otros vehículos muy llamativos y con matrículas provinciales muy bajas fueron los Renault VI-33 y el Le Zebre AV-25.
Imágenes: Javier Ramiro