Javi Martín
El Ford Escort RS Cosworth es un mito, un icono con una enorme legión de seguidores en todo el mundo, y es algo bastante peculiar, porque no es, precisamente, un coche que tuviera mucho éxito en competición. Sin embargo, está considerado como uno de los coches más racing, eficaces y espectaculares de su época, y eso, ya le vale su fama.
Todos sabemos que la famosa frase de “gana el domingo, vende el lunes”, es tan cierta como decir que cuando llueve te mojas. Existen muchos casos que demuestran esa conexión entre las victorias en competición y las ventas en las tiendas, Aston Martin, por ejemplo, ha sido una de las firmas en vivirlo en primera persona gracias a Fernando Alonso, pero el Escort Cosworth es un coche tremendamente deseado por sí mismo, sin necesidad de tener en su palmarés ningún campeonato de mundial de rallies.
UNA UNIDAD DE ESTRICTA SERIE
El Ford Escort Cosworth tiene otros atributos, algunos de ellos, seamos sinceros, muy exagerados por los aficionados y otros que se toman prestados de otros modelos de la misma Ford, como su enorme alerón trasero –por cierto, ¿sabías que ese alerón fue opcional y que el Escort Cosworth se vendió, de serie, sin él?–, que fue, por así decirlo, una copia del alerón del Ford Sierra RS Cosworth.
Quizá tildarlo de copia no sea lo más acertado, pero nadie puede discutir que, originalmente, la idea se estrenó con el Sierra Cosworth. De hecho, el Escort Cosworth tiene de Escort la carrocería y los interiores, porque el resto procede de un Sierra: tracción total, motor y transmisión y plataforma son prestados, aunque, obviamente, completamente adaptados y evolucionados para la ocasión.
Sin embargo, todo esto ya lo saben los fanáticos del los Ford Cosworth y los amantes de los coches de rallies, aunque sigue sin explicar por qué se ha vendido un ejemplar del Escort Cosworth por una cifra tan elevada, un detalle que os vamos a contar ahora y que seguramente, abrirá muchos ojos –aunque no lo suficiente para aceptar casi 250.000 euros por un Escort Cosworth–: se trata de una unidad de estricta serie, con solo 2.221 millas en su odómetro, unos 3.574 kilómetros. Además, ha tenido solo dos propietarios, uno de los cuales, al parecer, lo tuvo en el salón de su casa durante años…
UN FORD ESCORT RS COSWORTH MUY EQUIPADO
Los amantes de los Ford Escort Cosworth saben que existieron dos generaciones del Escort, los llamados T35 y T25, que se diferenciaban, entre otras cosas, por el tamaño del turbo –y que el T25 se vendió con el alerón de forma opcional–. La primera serie de los Escort Cosworth, los T35, tenían 227 CV y, por añadir una distinción más, no montaba airbag, como si lo hacía la segunda generación.
Pues bien, el Escort RS Cosworth subastados por Iconic Auctioners es un T35 matriculado en 1992, y es, además, un ejemplar con todo el equipamiento que podía llevar el modelo, un Escort Cosworth con especificaciones “Luxury”: tapicería de cuero, techo solar eléctrico, espejos eléctricos y calefactados, parabrisas calefactado, lavaparibrisas con salida de agua calefactadas, volante de cuero, elevalunas eléctrico, compartimentos en las puertas enmoquetados…
Los especialistas de Iconic Auctioners dijeron que “es poco probable que haya otro coche igual en términos de originalidad y condición “como nuevo” durante algún tiempo”. Declaraciones que se vieron acompañadas por las palabras de Gary Dunne, gerente de ventas de la casa de subastas: “rara vez se consigue un automóvil como este Escort RS Cosworth Luxury con tan poco kilometraje y tan pocos propietarios. Esto lo hace muy deseable. Si combinamos eso con el aumento de la popularidad de coleccionar estos Ford retro de los años 90, no nos sorprendió en absoluto ver la feroz oferta por este coche”.
NO ES UN PRECIO LÓGICO, PERO SIEMPRE HAY QUIEN LO PAGA
A todas luces, el precio de este Escort Cosworth, por muy buena que sea la unidad, es un disparate. Hemos llegado a un punto de locos y por ello, hemos hablado con el presidente del Club Cosworth España, propietario de un Escort RS Cosworth que, curiosamente, tiene la misma decoración del vídeo que hemos dejado más abajo.
Según José, amigo de La Escudería, el precio es una locura y un Escort no vale semejante cantidad, aunque siempre hay quien está dispuesto a pagarlo, Hay gente que tiene muchos millones de euros y si se le antoja un Escort Cosworth, no le importa pagar 250.000 euros por una unidad, básicamente, porque se lo puede permitir. También nos ha contado que si hay alguien dispuesto a pagar eso por su coche, el mismo se lo envuelve para regalo y ya se buscará otra unidad después.
En el Club Cosworth España tienen sus coches para disfrutarlos, para usarlos, y vaya si los usan. No hay socio que tenga el coche de origen, todos han cambiado algo, ya sea por estética o por prestaciones –el mismo presidente del club, tiene un coche que, por prestaciones, plantaría cara a cualquier RS3 actual sin mayores problemas– y es cierto que encontrar un ejemplar de estricta serie y con tan pocos kilómetros es una odisea. Sin embargo, el precio sigue pareciendo desproporcionado, pero eso, para los propietarios actuales de alguna unidad, es buena noticia, porque sus coches acaban de subir su valoración.
