[dropcap]E[/dropcap]El pasado fin de semana tuvo lugar una de las grandes concentraciones de clásicos de la zona centro. Se trata de la celebrada desde hace cinco años en San Agustín de Guadalix, municipio de la sierra madrileña que, digámoslo desde ya, dispensa una especial atención a los vehículos antiguos. ¡Hasta tienen una Bultaco Alpina encadenada en lo alto de una rotonda!
La quinta concentración de clásicos de San Agustín de Guadalix reunió a alrededor de 200 coches y motos que destacaron por su variedad y calidad. Respecto a los primeros, justo es que empecemos hablando del Lamborghini Espada que destacaba amenazante con su matrícula nacional. Este «lambo» es un coupé con cuatro plazas de verdad equipado con el V12 de 4 litros y 350 CV de la primera época de la marca.
Junto a él se arremolinaron clásicos de posguerra interesantes como Triumph, MG, Jaguar, Porsche o Mercedes, y como no los más habituales -pero no por ello menos agradables de ver- populares: Seat, Renault, Simca, «Doge» Barreiros… Tan sólo se echaba de menos quizá una mayor presencia de coches de preguerra.
Los integrantes de la organización recibían a los participantes graciosamente vestidos con pajarita y tirantes -claramente identificables-, siendo en todo momento accesibles y amables. Aparte de automóviles, ante ellos circularon motos de la más diversa tipología pero, sobre todo, Vespas de época.
El público acompañó, el tiempo aguantó y la celebración transcurrió sin incidentes. A media mañana los clásicos desfilaron por San Agustín de Guadalix y la «priva» no faltó de la mano de los múltiples cafeterías y bares circundantes. Por último tan sólo me queda decir que, sin duda, volveremos el año que viene.