A mediados del pasado mes de junio nos desplazamos hasta el bellísimo pueblo de Castell´Arquato para catar por primera vez el evento internacional Vernasca Silver Flag.
Esta prueba organizada por el Club Piecentino Vintage Automoto se celebra a 120 kilómetros al sur de Milán. Podríamos describirla como un ‘concurso dinámico’ de restauración y conservación de vehículos históricos de competición.
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En Vernasca Silver Flag se dan cita alrededor de 200 clásicos deportivos
Como evento internacional que es, entre sus participantes hay de todo: Italianos, franceses, ingleses, alemanes…
Los parques y la salida de la subida suelen estar bastante animados
Fiat Abarth Sport SE 04 1000SP de 1966, apurando la frenada
Studebaker Indianapolis de 1932
Veritas BMW RS Prototype de 1949
Este Abarth Simca 1300 de 1967 es jaleado por la multitud
Organiza el Automobile Club Piacenza
Porsche 910 de 1967
Fiat 1400 de 1950. Participo en las Mil Millas tres años, ganando en su clase en el 52
Los distintos tipos de particpantes conviven sin ningún problema en Vernasca
Ferrari 340 MM Scaglietti de 1953. Detrás, el hermoso paisaje
El escenario de colinas de las inmediaciones facilita la organización de reuniones ‘en cuesta’
Castell Arquato, un bonito y bien conservado pueblo de la región de Emilia-Romagna
Precioso autobús clásico Fiat
Este Peugeot coupé de los años 70 estaba aparcado en las inmediaciones. Es raro, raro, raro…
Vernasca Silver Flag: Una subida histórica
La subida original de Vernasca en la que se inspira data de 1953 y llegó a celebrarse hasta en 17 ocasiones antes de que Vernasca Silver Flag recogiera el testigo en 1994. El recorrido de 9 kilómetros comienza en Castell´Arquato y pasa por Lugagnano para terminar en Vernasca.
Desde que el Club Piecentino Vintage Automoto retomó la prueba ya son 22 las ediciones que ha llevado a buen puerto. Cada año procura enriquecerla añadiendo actividades como el Classic Track Day, en la que los coches pueden lucirse en una serie de tandas abiertas en el Circuito de Varano con entrada libre para el público aficionado. Esto se hace el viernes, para ir abriendo el apetito.
Desde hace dos años la organización ha consagrado el viernes a rodar en el circuito de Varano
Dos Lotus pasan por la recta de meta de Varano
Serenissima Jet Competizione de 1965, con un V8 de 308CV. Se la ve serena, sí…
Abarth OT 1600 Periscopio de 1966
Lancia Fulvia Zagato, con todo el atrezzo de los pilotos preparado para la acción
A veces los participantes eran incluso anteriores a 1900!
Vernasca Silver Flag retoma la histórica Subida de Vernasca (Cedidas por VSF)
La antigua subida se celebró entre 1953 y 1972 (Cedidas por VSF)
Triumph Asper de 1960. derivado del TR3
En primer plano una Ginetta coupé, pequeño y capaz deportivo inglés
MG Magnette sobrealimentado de1931
Maserati A6GCS Sport 2000 de 1955
Este Lotus de Fórmula no va a subir despacio…
Y aquí lo tenemos, seguido de un compañero
Abarth SE027 2000 de 1974, una bestia de las subidas
Lancia Fulvia, en apoyo durante su recorrido
Ya el sábado se procede a encarar la subida propiamente dicha. Se hace en dos turnos, uno de mañana y otro de tarde. El recorrido se cierra al tráfico media hora antes de la primera lanzada realizándose el regreso por la misma carretera. Es un enorme empacho ocular para el espectador ver casi 200 clásicos de alto calibre serpenteando por la cinta negra…
El domingo por la mañana se ejecuta la última subida que termina una con parada, exposición, entrega de premios y despedida en Vernasca.
Original Lancia Delta Integrale Safari de 1989. Conducido por aquel año por Alex Fiorio
Lancia Delta S2, un Grupo B en Vernasca
Maserati 6CM de 1938 con amplio curriculum: Ganador del GP de Sudafrica, GP de Roma, y Targa Florio en 1939
Osca SF392 de 1960 segundo puesto en la propia subida a Vernasca en 1961
Iso Rivolta y Fiat 8V. Dos motores V8 pero muy diferentes
Uno de los Abarth Periscopia es fotografiado en su recorrido por la subida
Fiat 525 SS
Todos los participantes son de altos vuelos, pero los italianos sobre todo, como este Alfa Romeo
Es un Fiat 500, ¿quién lo hubiera dicho?
Fiat 500C Berlinetta Maestri de 1947
Frazer Nash de preguerra ‘rat look’
Un Brabham muy bien acompañado
Como puede ver el lector, los coches de carreras más puros también tenían su espacio
Abarth’s para dar y tomar. La magia del Escorpión…
Los Abarth son la máquina perfecta para una subida, sobre todo si es italiana
Las piezas raras suelen despertar expectación. ¿Algún lector sabe lo que es esto?
El lector tiene que saber que la verdadera acción trascurre en los últimos 4 kilómetros del trazado de Castell´Arquato a Vernasca, repleto de curvas y donde los participantes procuran exprimir sus monturas. A pesar de que no haya tiempos ni ganadores, ¡damos fe de que la mayoría van bien aireados!
Respecto a los paddocks, se montan en Castell´Arquato (Arda y Europa Square) y son de libre acceso para los aficionados.
Lancia D25 perseguido por los ingleses Lotus Eleven Le Mans y Cooper Jaguar Sport
No hay tiempos ni puntuaciones, pero hay que ver cómo van!
Alfa romeo 33 Daytona de 1968. Al volante Arturo Merzario, el hombre que salvó a Nikki Lauda
El piloto Arturo Merzario con su inconfundible gorro de cowboy (con el condujo)
Abarth OT 1300 de 1965. imponente
Cooper T49 Monaco de 1959
Abarth 1000 SP de 1966 ex participante en Nurburgring en 1968 y Silverstone 1972
Lancia D25 de 1954, una de las estrellas del programa de la marca en los años 50
Alfa Romeo 6C 1750 GS de 1931, leyenda viva del automovilismo de preguerra
Delahaye 135MS de 1936, otra joya de preguerra
Paddock en Castell Arquato, con varias barchettas italianas
Los coches discurren por una estrecha y curveante carretera del norte de Italia
Austin Healey 100M Le Mans de 1955. Participante de epoca en Silverstone o Donnigton
Allard J2X de 1952, con su mecánica Cadillac de 7 litros
Alfa Romeo 1900 Barchetta de 1956. Precioso, ¿verdad?
Participantes selectos, público bienvenido
Los vehículos participantes son seleccionados minuciosamente por la organización entre clásicos construidos desde principios del siglo XX hasta 1972. Se aceptan también coches fabricados después de este año pero solo si tienen un gran historial en competición. Así las cosas, se puede disfrutar tanto de vehículos que han participado en la prueba original como en las Mil Millas, Le Mans, Goodwood o Nurburbring, entre otras.
En definitiva, Vernasca Silver Flag es un evento altamente recomendable que además nos ha recibido con los brazos abiertos. Nada de clasismo y mucha pasión por automovilismo, tal y como sucede en la mayoría de eventos internacionales europeos.
Las carreteras de Castell de Arquato se llenan de una extraña maquinaria a finales de Junio
El entorno de Castell´Arquato-Lugagnano-Vernasca es realmente bonito
Si nos gustan las barchettas italianas de los años 50 en Vernasca veremos unas cuantas
Maserati 250S de 1956
Lancia Aprilia Barchetta de 1939 ex participante en Nurburgring en 1950 y en Hockenheim 1951
Lancia Ardea Pasqualin Parisotto de 1950
Fiat Abarth record Monza ex participante en Sebring
Abarth 1000 Bialbero de 1964, en descenso
Fiat 501S de 1922 23CV y 1500cc
Fiat Gilco 1100 Sport Siluro de 1949
Ferrari 340 America Vignale de 1953, ex mille miglia
Cooper Maserati Sport de 1955
Ferrari 365 GT de 1969, con el legendario motor V12 Colombo
Alfa Romeo 1900 Pantera de la policia italiana. Parece bastante apto para persecuciones… 😉
El coleccionista Corrado Lopresto con su Alfa Romeo Giulietta Sprint Prototipo de 1954
Hora de marcharse. Hasta el año que viene!