TEXTO: JAVIER ROMAGOSA / VÍDEO: CAR MAGAZINE Y KUKFILMS
Hace poco hemos empezado a trabajar con la revista generalista Car Magazine, desde la que nos han pedido que acerquemos en Vídeo mundos a priori tan distantes como los de los coches clásicos y modernos. Y es que, ¿hay algún punto de conexión? ¿La tecnología ha dejado algún resquicio para la conducción tradicional?
Es verdad que los coches cada vez pesan más y son más potentes; están llenos de controles y ayudas que hacen posible que hasta el conductor menos experimentado pueda pisar a fondo en un deportivo de varios centenares de caballos; son un prodigio de suavidad, no huelen, no crujen… Es decir, que son algo aburridos.
Pero siempre, al menos hasta que se produzca la llegada del coche autónomo, queda algo: Es esa comunión con la máquina que todavía puede encontrarse en los pequeños automóviles de talante deportivo, en los que ni la funcionalidad ni el ahorro han logrado hacer mella en la diversión…
Primer Vídeo: Ford Fiesta ST 200 Vs. Ford Fiesta XR2
Empezamos pues nuestra serie comparando en Vídeo un novísimo Ford Fiesta ST 200 y un rabioso Ford Fiesta XR2 de 1989.
El Ford Fiesta ST 200 traduce a los tiempos modernos la filosofía del utilitario vitaminado que tan bien funcionó en los 80. Con 200 caballos turbo y alrededor de 1.200 kilos de peso, moderniza el concepto de hot hatchback popularizado desde principios de la década por clásicos como el VW Golf GTI, el Peugeot 205 GTI, el Renault 5 GT Turbo o el Ford Fiesta XR2, por citar tan sólo algunos modelos.
Como lo eran sus predecesores, el Fiesta ST 200 es escuela de conductores; y como ellos, todavía es capaz de transmitir sensanciones. Y si hablamos así del moderno, que no diremos del clásico…
Ford Fiesta XR2: Esencia Ochentera
El Ford Fiesta XR2 de segunda generación se produjo entre 1984 y 1989 y supuso la continuación del modelo anterior. Montó el nuevo motor CVH en lugar del vetusto Kent y su potencia quedó fijada en 95 CV, más que de sobra para mover con soltura sus 800 kilos de peso. En su momento fue el tope de la gama Fiesta y su principal debilidad fueron los frenos, cuyo esquema era -y es- de discos delante y tambores detrás.
Actualmente, su dueño también echa de menos una suspensión un poco más firme… Pero lo cierto es que el Fiesta XR2 es todo un juguetito que enlaza curvas ratoneras a una velocidad endiablada. Toda una máquina de diversión al servicio del placer de conducir y que no deja por ello de ser versátil; este es otro de los secretos de la fórmula GTI, que no compromete.
Dichas siglas son la esencia del automovilismo ochentero, una época en la que el automóvil deportivo se democratizó en forma de compactos con aletines postizos, rejillas y aparatosos faros antiniebla, con carburadores gordos y un sonido que enamora.
Todo lo que sus sucesores tratan de lograr ahora según mandan los tiempos modernos.