Insólito, un Volkswagen Escarabajo dando «cera» a todo un Mustang que posiblemente monta una mecánica V8. Estamos en una carrera de octavo de milla, con una corta pero emocionante recta por delante; la aceleración es brutal, tanto como para que nuestro pequeño «bochito» se encabrite y lance sus ruedas delanteras al aire… ¿Cómo ha podido suceder algo así?
La explicación es más o menos sencilla. En un lado del ring los californianos de Kaddie Shack, dueños del Escarajo, que lo han preparado a conciencia; y es que componentes no les faltan, pues son especialistas en VW air cooled o refrigerados por aire. Y además están muy bien ensamblados, tan solo hay que fijarse en la rapidez de la transmisión y del cambio de marchas, en el inmenso par disponible y en la decisión con la que el Beetle afronta el reto.
En el otro lado del cuadrilatero se prepara un Ford Mustang Convertible de cuarta generación (1994-2004) con lo que posiblemente sea un motor V8 de 4.6 litros (281 pulgadas cúbicas) de entre 225 y 260 CV. Ni su probable estado de serie, ni la rigidez de su bastidor, ni la descafeinada mecánica aconsejan la gesta, pero ahí está, listo para batirse. Cae la bandera y no tiene más remedio que seguir nuestro clásico badass con un ritmo ciertamente pesado…
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