Miguel Sánchez
Más allá de círculos relacionados con determinado automovilismo alemán, lo cierto es que si hablamos del Volkswagen 1600 TL serán muchas las personas desconocedoras del mismo. Es más, en comparación con el vehículo al cual sucedió junto al resto de su gama éste es, no sin exagerar, tan sólo una nota al margen dentro de un capítulo extendido durante siete décadas.
Y es que, aunque pueda parecer increíble, la historia del Volkswagen Tipo 1 -quizá la manera más canónica de referirnos al popular “Beetle”- nació durante los años treinta -adherido a la política de transportes aprobada por el régimen nazi- para no dejar las cadenas de producción hasta el avanzado año 2003.
Momento en el cual, al fin, las últimas unidades del mismo fueron ensambladas la planta mexicana de Puebla sin apenas cambios sustanciales respecto al diseño original de Ferdinand Porsche. Todo un hito automovilístico que, sin embargo, ya estaba francamente desactualizado durante los años sesenta; década en la cual se imponía la lógica del “todo adelante” frente a la del “todo atrás” tan característica en los Tipo 1.
Así las cosas, que por unas razones y otras -las cuales no se comprenden sin observar a qué mercados nos estamos refiriendo- este Volkswagen sobreviviera tanto tiempo en producción no es óbice para afirmar cómo, ya a finales de los años cincuenta, la propia marca sabía sobre la necesidad de buscarle un sustituto.
LLEGAN LOS TIPO 3, EL INTENTO DE SUSTITUIR AL “BEETLE”
En 1960 se superaba la cifra de tres millones y medio de Volkswagen Tipo 1 producidos desde la finalización de la Segunda Guerra Mundial. Además, estas cifras no dejaban de aumentar llegando a superarse, en 1965, el millón de unidades ensambladas tan sólo en aquel año.
Y vaya, por si todo esto fuera poco el posterior traslado de la producción desde Alemania hasta América Latina abría nuevas posibilidades ya que, mientras en Europa el “Beetle” ya estaba francamente desactualizado frente a sus competidores, más allá del Atlántico éste se adaptaba a las peculiaridades de mercados más empobrecidos como el brasileño o el mexicano.
Dicho esto, sea como fuese Volkswagen deseaba ir abriéndose a una nueva época y por ello presentó en 1960 a los llamados Tipo 3. Diseñados sobre la base del Tipo 1 -del cual tomaban el bastidor tubular e incluso buena parte de la mecánica para introducir así los cambios principales en habitáculo y carrocería-, estos desplegaron una gama diversa en la cual había hasta una variante ranchera.
VOLKSWAGEN 1600 TL, UNA VERSIÓN A TENER EN CUENTA HOY EN DÍA
Sinceramente, el poco recuerdo generado por los Tipo 3 frente a la omnipresencia de los Tipo 1 en la cultura popular también viene poco lo poco disruptivo de su diseño. Como hemos visto, la base era la misma que la usada en el vehículo al cual sucedían y, además, la mecánica no era precisamente un salto adelante muy destacable.
Para empezar ésta seguía colocada en la misma posición y, además, seguía refrigerándose por aire aunque -eso sí es verdad- la turbina era ahora no sólo más compacta sino también más eficiente. De todos modos, una sencilla comparación con las variantes más simples en la gama del Renault 8 -escogido aquí por tener también el esquema de “todo atrás”– resulta algo vergonzosa para el germano, el cual presenta más o menos la misma potencia a pesar de sumar un tercio más en su cilindrada.
Eso sí, a los dos años de su presentación en la gama de los Tipo 3 se dispuso la versión 1500 S: con dos carburadores y una potencia de 54 CV. Los mismos que, ya en 1965, presentaría el 1600 TL con la cilindrada aumentada hasta los 1.584 cc en su cuatro cilindros bóxer con árbol de levas central. Todo ello con doble carburador y un índice de compresión de 7,7:1.
UNA OPCIÓN A COLECCIONAR
Asimismo, aunque la potencia no era asombrosa -pero sí adecuada para uso urbano, interurbano diario e incluso con posibilidad de algún viaje largo- ésta iba adherida a una excelente fiabilidad así como a un mantenimiento sencillo y económico. Si a eso le sumamos un interior mucho más cuidado que el del Tipo 1, la verdad es que el Volkswagen 1600 TL -Touren-Limousine- se nos antoja un coche tranquilo y adecuado para las clases medias de aquellos años.
Algo que, a día de hoy, le sigue dando el encanto de la sobriedad para cualquier aficionado con gusto por los utilitarios o los modelos poco vistos.
