Sin ánimo de levantar polémicas pero sí de indicar ciertos comportamientos, desde los textos capaces de levantar más interés hasta los proyectos de restauración más manidos todo parece indicar cómo en España existe una atención desmedida por ciertos modelos locales principalmente a firma de SEAT. Algo a lo cual añadir de un tiempo a esta parte un enorme interés por clásicos y preclásicos de los años ochenta y noventa relativos al ámbito de los compactos deportivos.
Así las cosas, y aun siendo comprensible semejante foco permanente sobre los mismos vehículos -lo cual se explica por el tirón de la nostalgia, por el poder de rememorar lo ya vivido o anhelado de adolescente-, lo cierto es que la afición al automovilismo histórico en los territorios ibéricos no para de empobrecerse a base de mirarse el ombligo una y otra vez sobre los mismos temas recurrentes.
Dicho esto, la aparición de personas aficionadas con la capacidad de mirar más allá e incluso complicarse la vida con cuestiones técnicas desconocidas y farragosos trámites administrativos es algo a valorar y cuidar por quienes pretendan diversificar el mundo de los históricos, acercándose al mismo no con un afán monotemático sino enciclopédico.
Un hecho bien representado por “Enchemao”, quien desde sus vídeos lleva años dando noticias acerca del proceso de recuperación y matriculación de un Volkswagen Passat B2 2.0 GT Variant Syncro. A resueltas, un automóvil tan concreto y especializado que incluso removiendo redes resulta imposible encontrar una cierta cantidad de unidades disponibles siquiera en Alemania pues, en lo referido a España, este modelo tuvo que esperar a la siguiente generación -la B3 con motor G60- para llegar a los concesionarios.
IR A POR LO CONCRETO TIENE PROBLEMAS PERO TAMBIÉN SATISFACCIONES
Hace ya más de cuatro más que en el canal de Youtube de nuestro protagonista empezaron a aparecer crónicas sobre la compra en Alemania de este Volkswagen Passat B2 2.0 GT Variant Syncro. Escaso -muy escaso-, éste se alzó como la mejor alternativa de cara a contar con un vehículo clásico perfectamente útil para con las necesidades del día a día.
Y es que, con su motor de cinco cilindros, su tracción permanente a las cuatro ruedas y su carrocería ranchera esta versión relativa a la segunda generación del familiar Passat cuenta con no pocos atractivos a fin de cumplir perfectamente como “daily classic”.
Eso sí, para ello no sólo necesita estar perfectamente restaurado sino también cumplir con todos los trámites administrativos necesarios. Un proceso en el cual “Enchemao” ha invertido años de esfuerzo hasta, al fin, lograr las pertinentes placas españolas.
Placas no relativas a la calificación de históricos pues su intención no es la de mantener al modelo en estado de origen sino modificarlo mediante la sobrealimentación por turbocompresión de su bloque motor firmado por Audi. En fin, algo siempre sujeto a debate -a este lado del teclado casi siempre nos inclinamos por restaurar a estado de fábrica- aunque a fin de cuentas perfectamente comprensible.
Es más, la propia Volkswagen pensó en ello de una manera u otra pues la siguiente generación del Passat contó con la mecánica G60 en la versión homologable a ésta; a la sazón dotada con un compresor G-Lader capaz de mejorar la respuesta del motor simultáneamente a la cantidad de potencia generada.
UN POCO DE CONTEXTO, MOTOR AUDI CON CINCO CILINDROS
Más allá de la carrocería ranchera -realmente útil cuando hablamos de un vehículo listo para el día a día de cualquier familia o pareja con necesidades de espacio; es más, conocemos a solteros amantes de las mismas gracias a la posibilidad de realizar una improvisada camperización-, las principales virtudes del Volkswagen Passat B2 2.0 GT Variant Syncro residen en la combinación de su motor Audi con el sistema de tracción total a firma de Volkswagen.
En referencia al primero merece la pena indicar cómo el uso de los cinco cilindros en línea -al tiempo una de las características más definitorias para la casa de los cuatro aros- comenzó con la implantación del primer motor de este tipo en el Audi 100 MK2 de 1976. Por cierto, capaz de alcanzar los 136 CV en atmosférico para impulsar así con brío a una berlina capaz de ir poniendo el foco sobre la recién renovada Audi heredera en espíritu de la antigua Auto-Union.
Dicho esto, en lo referido a la unidad que estamos viendo el préstamo de Audi a Volkswagen quedó fijado en una cilindrada de 1.994 cc rindiendo 115 CV a 5.500 rpm con diez válvulas e inyección. Cuestión esta última a tener en cuenta pues hasta 1988 encontramos versiones con carburación en la amplia gama mecánica del Passat; eso sí, sólo unida a los bloques con cuatro cilindros firmados por la propia Volkswagen.
SEGUIMOS CON EL CONTEXTO, LA TRACCIÓN TOTAL EN EL VOLKSWAGEN PASSAT B2 2.0 GT VARIANT SYNCRO
Como ya vimos en nuestro artículo sobre el Proyecto 262 -germen del posterior Audi “ur quattro”- la tracción total que tantos éxitos diera a la marca premium del Grupo Volkswagen dentro y fuera de las pistas del WRC tuvo su origen en un vehículo militar: el Iltis de mediados de los años setenta creado en base a un pliego de condiciones firmado por la Defensa Federal “Bundeswehr”.
Ligero y extremadamente fiable -ahí están sus éxitos en el Dakar para demostrarlo-, aquel todoterreno con ínfulas bélicas dio a Volkswagen la posibilidad de montar en sus automóviles de serie un avance en principio reservado a los diseños industriales pero, al poco tiempo, exportado también a diversas gamas turismo.
Es más, en este sentido algunos de los primeros pasos de la tracción total en el Grupo Volkswagen no tienen nada que ver con la competición sino con la implantación de la bautizada como tracción Syncro en la gama de la furgoneta T25.
Asimismo, ésta también llegó de forma puntual -el impacto comercial nunca fue excesivamente notorio- a la gama de los Golf y Passat. Algo muy interesante en el caso de la berlina/ranchera pues, a fin de cuentas, aunque no lo hizo con visos deportivos sí ayudó claramente a mejorar el manejo del vehículo bajo condiciones climáticas adversas.
De hecho esto nos habla sobre porqué los Passat Syncro no llegaron a España hasta la generación B3 mientras que en países donde la lluvia, el frío y el hielo sí son factores casi constantes sobre el asfalto su proyección comercial fue bastante más notoria. En este sentido, según parece aquí no se llegó a importar ni una sola unidad del Volkswagen Passat B2 2.0 GT Variant Syncro durante su vida comercial (1983-1988).
VOLKSWAGEN PASSAT B2 2.0 GT VARIANT SYNCRO, MERECE LA PENA
Dicho todo esto la verdad es que, al menos a este lado del teclado, el Volkswagen Passat B2 2.0 GT Variant Syncro aparece como una opción ideal en lo referente a los “daily classic”. Eso sí, ideal sólo si se está dispuesto a pasar un arduo proceso de búsqueda -increíblemente arduo- así como un reto administrativo y mecánico a fin de tener al vehículo en orden de marcha.
Con todo ello no vamos a realizar una sugerencia de compra -la vida ya nos trae suficientes problemas en el día a día como para complicarnos aun más desarrollando una afición lúdica- aunque sí le vamos a alabar el gusto -de manera fervorosa- a “Enchemao”. Un aficionado -y por lo que vemos también profesional de la mecánica- capaz de haberse salido de lo común para traer a España un automóvil tan escaso como peculiar.
Ahora, si usted se ha quedado con el “run run” de esta ranchera lo que sí le puede ser mucho más fácil de adquirir es el ya mencionado Volkswagen Passat B3 GT Syncro. Capaz de entregar hasta 160 CV éste es un automóvil familiar cómodo, seguro y potente a la hora de cubrir grandes rutas aun siendo un modelo claramente histórico. En fin, las opciones con tracción total en la casa germana son muy variadas; merece la pena pensar en ello.