Al pensar en un automóvil lo primero que se viene a la cabeza son ejemplos de vehículos con cuatro ruedas, aunque existen excepciones como los Bond Bug o los icónicos Morgan Three Wheeler, ambos nacidos como deportivos, algo a lo que Volkswagen también decidió contribuir a mediados de los años ochenta con un peculiar prototipo al que bautizaron como Scooter.
Como suele ser costumbre, especialmente en el siglo XX, los concept car sirven para que los equipos de diseño de cada marca den rienda suelta a su imaginación, y hagan un ejercicio de creatividad para mostrar al público como pueden ser los automóviles en los próximos años. Quizá por esto no resulte nada extraño que el Volkswagen Scooter contase con las siempre llamativas puertas de alas de gaviota, ya que el prototipo se presentó en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1986, solamente un año después del estreno de Regreso al Futuro, película que tenía al Delorean como protagonista.
UN COCHE DE TRES RUEDAS ADELANTADO A SU TIEMPO
En una época en la que los compactos estaban causando furor por todo el mundo, el tamaño medio de los automóviles nuevos durante los años ochenta disminuyó notablemente. Por esta razón Volkswagen decidió preparar un prototipo sobre cómo podrían ser los vehículos urbanos en el futuro, aunque dándole una vuelta de tuerca para darle ese toque que lo convertía en un ejemplar muy interesante.
La carrocería del Volkswagen Scooter era de dos puertas y tenía espacio para solamente dos ocupantes, ya que la intención era combinar en un solo vehículo las virtudes de una motocicleta y un automóvil en lo que debía ser el medio de transporte para ciudad definitivo. Además, al contar con solamente tres ruedas este Volkswagen se podría conducir en Alemania con un carné especial a partir de los dieciséis años, algo que seguro hubiesen agradecido muchos adolescentes en el país.
Con tal de crear un vehículo de diseño moderno y con un bajo consumo de combustible la marca diseñó una carrocería muy aerodinámica para el Scooter, algo que se veía complementado por disposición de las ruedas; dos delante y una atrás. El coche era de motor y tracción delantera, y su mecánica era de cuatro cilindros y apenas un litro de cubicaje que lograba desarrollar 40 CV de potencia, una cifra más que respetable para un vehículo de poco más de 600 kilos.
Por desgracia, lo que parecía una brillante y prometedora idea nunca logró materializarse, y al igual que otros muchos concept car solo quedó en el recuerdo de algunos entusiastas. En los años siguientes Volkswagen presentó algún prototipo más de tres ruedas, pero nunca más parecido al Scooter, por eso quizá sea un buen momento para reinterpretar a este pequeño cochecito olvidado cuando pensar fuera de la norma parece prohibido para muchos equipos de diseño.
Imágenes: Volkswagen