Si usted es seguidor habitual de LA ESCUDERÍA ya habrá percibido la importancia que damos a los archivos. No sólo a los de marcas como Alfa Romeo o Porsche -siempre dispuestas a difundir su historia-, sino también a los disponibles en línea para cualquier persona que desee consultarlos. De hecho, gracias a iniciativas como la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica hemos podido publicar diversos temas tan interesantes como inesperados.
Siguiendo este hilo, la Universidad de Málaga está realizando una estupenda labor en relación a multitud de fondos fotográficos relativos a la ciudad, catalogándolos a fin de ponerlos bajo el dominio público en su Archivo Histórico Fotográfico. Una institución en la que, libremente, podemos consultar una buena panoplia de imágenes relativas a la segunda etapa de la 1ª Vuelta Automovilística a Andalucía.
Celebrada en 1954, concretamente en septiembre, ésta reunió a un total de 49 modelos en su salida en Cádiz. De ahí, la competición -basada en la regularidad y no en la velocidad- se trasladó hasta Málaga para luego hacerlo a Granada y Córdoba antes de cerrar el círculo regresando a la capital gaditana.
Una interesante muestra del automovilismo deportivo en la España de la posguerra, aún ceñido a una serie de élites sociales muy concretas y, obviamente, sin apenas participación internacional. Y es que, a fin de cuentas, aquello tenía más sabor de “gentelman racer” haciendo de las suyas que de verdadera competición como sí habría de ocurrir ya años más tarde con las incipientes copas monomarca.
PRESENCIA PEGASO EN LA VUELTA A ANDALUCÍA
Ahora, tan sólo contemplar a aquellos modelos en acción resulta no sólo interesantísimo sino incluso sorprendente. Para empezar, en este conjunto de imágenes tomado en la malagueña Cuesta de la Reina -tramo éste sí de velocidad antes de iniciar la salida definitiva hacia Granada- destaca la aparición de modelos tan significativos como un BMW 328. Un espléndido recuerdo de la mejor tecnología previa a la Segunda Guerra Mundial y que, en este caso, se presenta bajo una apariencia muy similar a las unidades del equipo nazi NSKK.
Asimismo, resulta especialmente llamativa la presencia de los Pegaso Z-102. De hecho, no sólo destaca uno de los tres Spider Touring Competición -destinado en principio a Le Mans- sino también una de las dos Berlinetta Panamericana que, desgracidamente, Touring no acabó a tiempo para su participación en la carrera mexicana.
Todo ello sin olvidar el Alfa Romeo 1900 Sprint Speciale Ghia que, tras haber sido propiedad del historiador del motor nacional Pablo Gimeno, llegase a ser subastado por RM Sotheby’s. Y es que, quizás sin pretenderlo, el Estudio Fotográfico Arenas estaba documentando la tarde de aquel 3 de septiembre de 1954 a algunas de las mayores joyas automovilísticas residentes en la España del momento.
Por cierto, como ganador absoluto estuvo Javier Sanglas Camps. Y sí, el apellido está unido a la empresa que, seguramente, tengan ustedes en la mente.