Al asistir a una concentración, rallye o feria automovilística siempre hay una constante en relación al público: la escasa presencia de mujeres en dichos eventos. Un hecho a superar en ésta nuestra época pues, al fin y al cabo, semejante falta de presencia femenina perjudica seriamente a toda la afición, la cual se ve mermada en relación a la diversidad de enfoques y análisis.
No obstante, por fortuna son cada vez más las mujeres presentes y activas en el ámbito automovilístico. Algo de lo cual da buena cuenta Ariadna Verge, una de las personas más respetadas en relación a la alta gama y que, tras veinte años en Porsche, dio el salto a ser Directora de desarrollo de negocio comercial en Quadis.
Una alta responsabilidad desde la cual interviene en la comercialización de marcas tan representativas como Jaguar, Lamborghini, Maserati, Aston Martin o Ferrari. Sin duda una atalaya privilegiada de cara a conocer en profundidad el sector más exclusivo del automovilismo aunque, al mismo tiempo, también manifieste su consideración por los clásicos disfrutando de un Mercedes “Ponton” de los años cincuenta.
Y es que, no en vano, Ariadna Verge forma parte de la junta directiva del Antic Car Club de Catalunya. Asimismo, desde su creación es una de las caras más visibles del Women’s Supercars Club; una interesante -y necesaria- iniciativa sobre la cual hemos podido tratar a través de una charla con ella misma.
LA MUJER EN EL AUTOMOVILISMO
Hablando con Ariadna Verge empezamos a tratar la presencia de la mujer en el automovilismo. Y vaya, en este sentido resulta imposible no recordar el hecho protagonizado por Bertha Benz en 1888. Considerado el primer viaje de larga distancia en automóvil, éste consistió en cubrir a lo largo de 12 horas los 106 kilómetros del recorrido jalonado por gente asombrada, incrédula e incluso temerosa ante lo que estaban contemplando.
En suma, uno de los grandes hitos en la historia del transporte y que, además, dio un ejemplo sobre hasta donde puede llegar una mujer firme y decidida aun en una época llena de prejuicios y desigualdad. Uno de esos hechos potentes capaces no sólo de concienciar sino también de inspirar a las mujeres que, poco a poco, van ocupando puestos de trabajo en el sector automovilístico.
Eso sí, según nos comenta la propia Ariadna Verge el progreso -aunque constante- va tan lento que todavía resulta innegable la existencia de una amplia desigualdad. De hecho, aunque las políticas públicas de igualdad van dando mayores cupos a la presencia femenina, un simple vistazo a los cargos directivos nos da la pista sobre la gran tarea que aún queda por hacer.
Algo sobre lo cual han de concienciarse las instituciones, las empresas y -esto es muy importante- la propia afición al automovilismo.
EL COLECCIONISMO ES CULTURA, SURGE EL WOMEN’S SUPERCAR CLUB
Tanto Ariadna Verge como el Women’s Supercar Club tienen a Barcelona como base, una ciudad en la cual se respira cultura del motor gracias a la impronta dejada por Hispano-Suiza, las carreras en Montjuïc o, yendo a las dos ruedas, la magnífica historia a cargo de Montesa, Bultaco, Sanglas, Ducati-Mototrans u OSSA.
No obstante, en el transcurso de nuestra charla salió a relucir la poca conciencia demostrada desde las instituciones públicas a la hora de proteger este legado. Legado que, en no pocas ocasiones, ha emprendido la ruta de la frontera con un gran éxodo de unidades a Reino Unido, Bélgica o Alemania.
Algo por lo cual debemos insistir en la organización de la afición al automóvil, encontrando en iniciativas como el Women’s Supercar Club una palanca perfecta a fin de reconducir la situación. Además, en este caso no estamos hablando sólo de un club destinado a mujeres apasionadas por el automovilismo deportivo o de alta gama; lejos de ello también existe una instructiva preocupación por el pasado, organizando visitas al Antic Car Club con el objetivo de conocer la técnica de los vehículos más veteranos.
SIN OLVIDARSE DE LA JUVENTUD
Ser mujer, mayor de edad y contar con una evidente afición por los coches. Éstas son las únicas reglas para entrar a ser parte del Women’s Supercar Club. Tres requisitos con los cuales se está configurando la vida de lo que, en este momento, ya es un referente para la afición al automovilismo en clave de mujer.
No obstante, este club también manifiesta una clara preocupación por difundir la afición entre la juventud, habiéndose formado para ello la sección New Generations. Un apartado en el cual la pertenencia sí es mixta, organizando así eventos con el automóvil en el centro de su agenda abiertos tanto a chicos como a chicas pertenecientes al segmento más joven.
En fin, esto no acaba más que empezar y, a buen seguro, podremos informar en breve sobre nuevas acciones organizadas desde el Women’s Supercar Club; siempre con la vista puesta en una mayor presencia de la mujer en el ámbito automovilístico.