La celebración del XIX Encuentro Internacional de Microcoches Clásicos ha sido un completo éxito. El evento, uno de los más importantes en el apretado calendario del Clàssic Motor Club del Bages, se cerró con enorme satisfacción entre todos los participantes, que alabaron el trabajo del equipo organizativo. Además, el tiempo acompaño durante la semana, de manera que se pudieron llevar a cabo todas las actividades previstas a lo largo de la Costa Brava (Gerona). Playa de Aro y Palamós fueron los centros neurálgicos.
Todo arrancó el lunes día 9, con el inicio de la conocida como Semana por la Costa Brava en Microcoches, que se extendió hasta el jueves 12. A partir de esa jornada se incorporaron los participantes del evento internacional, que se celebró desde el viernes 13 hasta el domingo 15.
Aunque durante la semana el número de participantes no superó los 20 coches, el viernes ya se llegó a los 40 y el fin de semana la cifra superó los 70 microcoches clásicos. Esto llegaron de sitios tan dispares como Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cantabria, Madrid, Comunidad Valenciana, Islas Baleares y, por supuesto, de todos los rincones de Cataluña. Además, hubo una nutrida participación extrajera, llegada de países como Francia, Inglaterra, Israel, Austria, Suiza y Portugal.
SEMANA POR LA COSTA BRAVA EN MICROCOCHES
Los participantes arrancaron la semana dirigiéndose a Torroella de Montgrí, donde visitaron varios museos. Por la tarde se visitó Verges y, finalmente, volvieron a Platja d’Aro, en lo que fue una señora ruta con la que empezar a poner la pequeñas mecánicas a prueba.
La ruta al día siguiente siguió camino de Lloret de Mar para visitar la Col·lecció Josep Carbó, socio del Bages, quien mostró sus joyas a los participantes. El resto de la semana incluyó visitar a las comarcas del Ampurdán, la Selva, el Geronés, etcétera. Tanto los microcoches como sus tripulantes demostraron en todo momento un excelente estado de forma.
La jornada del viernes ya estuvo integrada el XIX Encuentro Internacional de Microcoches Clásicos. Por lo tanto, se produjo la llegada de los participantes extranjeros, que, junto con los recién llegados nacionales y los que ya participaban durante la semana, completaron un elenco de pequeños utilitarios que despertaba admiración por donde transcurrían.
XIX ENCUENTRO INTERNACIONAL DE MICROCOCHES CLÁSICOS
Para empezar el día, se visitaron las instalaciones hortofrutícolas del Mooma, un lugar donde tuvo lugar una degustación de las sidras que elaboran. La comida se celebró en la propia finca, mientras que por la tarde se partió en dirección la pequeña población de Peratallada. Ya al anochecer, se regresó a Playa de Aro.
El sábado 14 se celebró la tercera edición de la Micros 100, una ruta de 100 kilómetros, que pone a prueba a las pequeñas mecánicas. Seguidamente, se disfrutó de un magnífico ágape en el Hotel Rigat de Lloret de Mar, justo sobre la playa y, de vuelta a Playa de Aro, se presentaron los coches ante el numeroso público que les esperaba. Allí se explicó a los asistentes las características principales de todos y cada uno de los microcoches, indicando a la vez su lugar de procedencia.
La última jornada del Encuentro Internacional de Microcoches arrancó con un generoso desayuno obsequiado por el Club Nàutic de Palamós, que se sirvió en sus instalaciones junto al mar. Tras una breve ruta por las calas de la zona, especialmente La Fosca, se llegó al Paseo Marítimo de Palamós. De nuevo se aprovechó para presentar los coches ante un nutrido grupo de turistas y vecinos de la población. Ya de regreso a Playa de Aro, se celebró la comida final de hermandad y la entrega de trofeos a los ganadores de las distintas clasificaciones en su club náutico.
LOS GANDORES DE LOS PREMIOS
El trofeo al coche más antiguo del XIX Encuentro Internacional de Microcoches Clásicos correspondió al American Bantam de Pascual Navarro. En el Concurso de Elegancia se impuso Llorenç Farré con su Clua 500, seguido de Toni Mercader con un Fiat 500 y Ferran Mestres con un Biscúter.
El participante venido de más lejos fue Eduard Tomek desde Viena, con su Steyr Püch. Entre los españoles, el coche llegado desde más lejos fue Sebastián Gómez, de Jerez de la Frontera, con su Biscuter Rubia. El israelí Atzmun Yuval fue que recorrió una mayor distancia para acudir al evento, pues llegó por carretera desde Francia con su Messerschmitt FMT 500 Tiger.
Por lo que respecta a los premios a la conservación de los coches, el primer puesto fue para el Biscúter de Arnau Larroca, el segundo para el Bond Minicar de Nick Poll y el tercero para el Autobianchi Bianchina de Serge David. Los trofeos a los mejor restaurados recayeron en el Goggomobil T350 de Daniel Almacelles, el Biscúter de Toni Garcia y a la original “Tragineta”, un Biscuter Rubia convertido en pequeña foodtruck.
Por último, se repartieron los premios que votaba el público y que correspondieron al BMW Isetta de Pedro Bessa, al Iso Isetta de Carme Pradas y al Messerschmitt KR200 de Elisa Pedra. El acto concluyó con la entrega de la Insignia de Oro del Club al socio Ramon Pradas, por su incansable labor al frente de la sección Amics del Biscúter. La marca tuvo un protagonismos especial pues este años cumple 70 años. Un broche perfecto al Encuentro Internacional de Microcoches Clásicos que al año que viene alcanzará ya su vigésima edición.
Texto de Antoni Tachó e imágenes del Clàssic Motor Club del Bages.