El lector, como quien escribe estas líneas, habrá tenido la impresión alguna vez en su vida de encontrarse en un lugar irreal, como el personaje de la película El show de Truman (1998), esperando que de un momento a otro se caiga el escenario prefabricado y aparezca la vida real.
Es exactamente la situación que vivieron durante cuatro días, del 9 al 12 de octubre de 2014, los participantes y los miles de visitantes que asistieron al Zoute Grand Prix celebrado en la ciudad costera y turística de Knokke, al norte de Bélgica. Con una salvedad, no se trataba de un escenario para el rodaje de una película, sino de la vida cotidiana en Knokke, si cabe realzada por el ambiente festivo y pintoresco del Gran Premio.
Bajo el nombre genérico de Zoute Grand Prix se agrupa un auténtico festival del automóvil con actividades muy populares que no cesan a lo largo del largo fin de semana. Se puede decir que los habitantes de Knokke, así como los miles de visitantes llegados principalmente de Bruselas y las ciudades próximas, pero también de toda Europa, se implican directamente con su participación en rallyes o indirectamente como simples espectadores.
Nadie queda indiferente sin interesarse por las marcas y modelos en exposiciones o desfiles, sus equipos y características. El comercio, muy activo, está abierto incluso el domingo y el sector de la hostelería y restauración hacen un segundo agosto en pleno mes de octubre.
El festival y sus actividades
El Zoute Grand Prix se ha convertido, apenas llegando a su quinta edición, en la auténtica fiesta local y regional de Knokke, como pudieran serlo las fallas en Valencia, la feria de Sevilla o los sanfermines de Pamplona. Entre las actividades enteramente abiertas al público, sin pago de entradas ni restricciones de acceso de ninguna clase (salvo para la exposición de los coches en el concurso de elegancia), se cuentan las siguientes:
Top Marques
Exposiciones en calles y plazas de coches de marcas prestigiosas, como Rolls-Royce, BMW, Mercedes-Benz, Lamborghini, Maserati, McLaren, Ferrari, Porsche, Jaguar, Aston Martin y Alfa Romeo. Los concesionarios presentan las últimas novedades como en un salón del automóvil al aire libre, reciben e informan a los clientes y público en general y, naturalmente, aceptan pedidos in situ.
Subasta Bonhams
La casa Bonhams ha inscrito a Knokke en su agenda anual para subastas de prestigio en su programa europeo. Recordemos que Bonhams se ha situado en cabeza de los subastadores a nivel mundial, ya que ha sido la casa que ha batido sucesivamente dos veces el récord del mundo para coches vendidos en subasta pública.
La primera en 2013 con el Mercedes-Benz W196 ex-Fangio, y la segunda en 2014 con el Ferrari 250 GTO ex-Fabrizio Violati. Como referencia, si otra casa de subastas se propusiera superar el récord de Bonhams debería encontrar un coche que superara los 38.115.000,00 dólares, por citarlo en la moneda nacional del país donde se celebró la subasta (al cambio actual unos 30.118.530,00 euros).
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Zoute Rallye
Acontecimiento muy popular que registraba en 2014 nada menos que 187 equipos, a pesar de ser admitidos únicamente coches fabricados antes de 1965, es decir, todos los coches participantes tenían, al menos, medio siglo de antigüedad.
La clasificación general de un rallye de regularidad donde la velocidad no es un ingrediente esencial, fue copada por tres Porsches 356, pero en la interminable lista de participantes se podrían mencionar Porsche 550 Spyder, Ferrari 250 GT SWB, 250 Cabriolet, Jaguar E, BMW 328, Jaguar XK120, Bugatti 57, FIAT 1100 Abarth Zagato, Mercedes-Benz 300SL, Lancia Aurelia, Aston Martin DB4 GT y otros de semejante calibre.
Zoute Expo
A las exposiciones de coches nuevos citadas anteriormente, se añadían las de coches clásicos, organizadas en tres plazas de la ciudad: la plaza italiana, la británica y la alemana.
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GT Tour
Así como el rallye tenía como límite de admisión los coches fabricados antes de 1965, el GT Tour estaba abierto a toda clase de vehículos de prestigio sin limitación de fecha, con lo cual el tour se convierte en un desfile de coches recién matriculados, cada uno más caro del otro. Los Ferrari, McLaren, Lamborghini y Porsche abundan en particular.
Concurso de Elegancia
El concurso de elegancia es el plato fuerte del programa y es la única actividad a puerta cerrada donde es preciso comprar una entrada de 15,00 euros para un día o de 25,00 euros válida para dos. No obstante, tampoco es obligatorio pagar entrada para admirar los coches pues el domingo se organiza un desfile en el centro de la ciudad con todos los coches participantes y el anuncio de los ganadores de los premios.
El concurso de elegancia tiene lugar en dos fases: exposición de los coches el sábado en un club de golf en un parque en el centro de la ciudad, con la presentación de los coches participantes y una segunda exposición el domingo con cambio de escenario al Royal Golf Club, algo más alejado del centro, para inspección de los coches por el jurado y almuerzo de los participantes. Se atribuían premios de clase en distintos apartados y únicamente los coches que hubieran recibido un premio podían ser candidatos al primer premio o Best of Show.
Soy reacio a emplear palabras o expresiones inglesas cuando exista su equivalente en castellano, pero «Best of Show» o «Best in Show» como también se utiliza, parece ser el término afianzado en los concursos de elegancia internacionales. Se podría traducir como «El mejor de la exposición», pero la expresión española posiblemente tendría menos aceptación que la inglesa en este caso específico.
En ambos campos de golf, el espectáculo era reconfortante para la vista del aficionado, desde el coche más moderno de los expuestos un Ferrari LaFerrari de 2013, hasta el más antiguo, un Bugatti 29 de 1922, ninguno de ellos estaba exento de atractivo, ya fuera por la calidad de su restauración o, por el contrario, por su estado de origen, ya que todos los grados estaban presentes, desde una completa recreación hasta el coche igual que cuando salió de fábrica.
Entre las recreaciones o reconstrucciones, la más llamativa era la realizada por la división de clásicos de la propia fábrica Mercedes-Benz, que presentaba un mastodóntico 540 K aerodinámico de 1938, cuyo volumen contrastaba con los pequeños FIAT 1100 Abart Zagato y que el lector puede ver en la foto de cabecera.
Un Ferrari despechado
Un grupo de Ferraris constituía un aliciente especial, con el LaFerrari antes citado, escoltado por un 288GTO, un F40, un F50 y un Enzo, no nos entretendremos en cifrar el valor monetario del conjunto. Entre las carrocerías especiales, prácticamente desconocidas, destacaremos un Austin Healey 100/4 de 1954, que casi podría pasar por un coche de serie a no ser que lo observemos de cerca para comprobar que se trata de un coupé.
El carrocero belga D’Ieteren recibió 6 Healeys directamente de la fábrica para modificarlos y hacerlos coches adaptados a la competición GT Junior en el circuito de Francorchamps. D’Ieteren modificó el parabrisas para adaptar un techo duro soldado, con un conjunto perfectamente integrado y armónico sin desfigurar el diseño original.
Otro coche excepcional que cuenta en su historia con participaciones en las 24 horas de Le Mans y en la Carrera Panamericana de 1952, donde se clasificó en quinta posición de la clasificación general conducido por Jack McAfee, era el Ferrari 340 América de 1951, presentado al concurso por su propietario, el belga Johan Van Puyvelde. El coche fue la decepción del evento puesto que pese a sus méritos y su rara carrocería de Ghia no ganó ningún premio. El jurado sabrá qué criterios aplica.